Desde 2006, México ha vivido una escalada de violencia devastadora, impulsada por la llamada «guerra contra el narcotráfico». Más de 400 mil asesinatos y 100 mil desapariciones son la huella de una estrategia que ha demostrado ser insuficiente y contraproducente. Las mujeres, en particular, han enfrentado una violencia exacerbada, con un aumento del 127% en los feminicidios en los últimos 17 años.
Mientras la situación interna es crítica, la relación con Estados Unidos añade una presión significativa. El próximo gobierno de Donald Trump ha elevado la lucha contra los cárteles mexicanos a una prioridad, calificándolos incluso como «terroristas». Este enfoque ha generado tensiones que podrían escalar hacia una intervención en suelo mexicano.
Ante este complejo panorama, la presidenta Claudia Sheinbaum ha trazado un camino diferente, apostando por un liderazgo sólido y estrategias integrales de seguridad encabezadas por Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX.
La reforma al artículo 21: un nuevo marco para la seguridad nacional
En un movimiento que marca un antes y un después, el Congreso aprobó una reforma al artículo 21 constitucional, la cual fortalece la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Este cambio posiciona a la SSPC como el eje central de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. Entre sus nuevas facultades destacan:
- Mayor capacidad operativa para coordinar fuerzas federales, estatales y locales.
- Centralización del sistema nacional de inteligencia, crucial para combatir a los cárteles.
- Homologación de estándares de seguridad en todos los niveles de gobierno.
- Investigación conjunta con la Fiscalía General, la Guardia Nacional y las policías locales.
Este marco le otorga a García Harfuch herramientas esenciales para liderar un cambio estructural en la seguridad pública.
Operativo Enjambre: un ejemplo de lo que viene
El reciente Operativo Enjambre es una muestra del enfoque decidido de Omar García Harfuch. En colaboración con fuerzas estatales y federales, este operativo desmanteló redes de corrupción que facilitaban el control de grupos criminales en el Estado de México.
Resultados clave:
- 14 órdenes de aprehensión contra funcionarios locales, incluidos presidentes municipales.
- Confiscación de bienes y armas vinculados a actividades ilícitas.
- Coordinación efectiva entre Guardia Nacional, policías locales y fiscalías estatales.
El mensaje es contundente: no habrá impunidad, sin importar la posición política o el cargo de los implicados.
El reto de Trump y la narrativa de seguridad en México
El gobierno de Donald Trump ha planteado un discurso que busca responsabilizar a México por la crisis del fentanilo en Estados Unidos. Sin embargo, los datos muestran una realidad más compleja: el consumo de drogas sintéticas y el tráfico de armas desde EE.UU. hacia México son parte del problema.
Ante dicha situación, la administración de Sheinbaum ha respondido con una doble estrategia:
- Resultados visibles en el combate al crimen organizado, como el Operativo Enjambre.
- Diplomacia firme, que subraya la capacidad de México para manejar su propia seguridad sin ceder a presiones extranjeras.
La apuesta por García Harfuch: liderazgo en tiempos de crisis
Omar García Harfuch no es un desconocido en el ámbito de la seguridad. Con una carrera que abarca operaciones complejas contra cárteles y un enfoque en el fortalecimiento institucional, su nombramiento envía una señal clara: México está listo para enfrentar la violencia y la corrupción con determinación.
Los primeros pasos de Harfuch han sido contundentes pero el camino es largo. Su éxito dependerá de la capacidad de implementar reformas profundas, coordinar esfuerzos interinstitucionales y mantener la confianza de una ciudadanía que exige resultados inmediatos.
Un momento decisivo para la seguridad en México
México enfrenta un desafío monumental en materia de seguridad, pero las acciones recientes demuestran un cambio de rumbo. Con Claudia Sheinbaum al frente y Omar García Harfuch liderando la SSPC, se abre una nueva etapa en la lucha contra la violencia y la corrupción.
El éxito de esta estrategia no solo definirá el futuro de la seguridad en México, sino también su relación con Estados Unidos y la percepción internacional de su capacidad para enfrentar desafíos internos.
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