México y sus ciclos de esperanza: una reflexión histórica
México ha transitado por épocas de gran esperanza y desilusión. Desde los Juegos Olímpicos de 1968 hasta el gobierno actual, los planes transformadores han quedado muchas veces a medias, dejando un sabor amargo en la memoria colectiva.
El Foro Nexos y las lecciones del pasado
En la reciente Feria del Libro de Guadalajara, la revista Nexos organizó un foro para analizar los aciertos y fracasos de los últimos 50 años. En cinco paneles, liderados por el escritor y analista Héctor Aguilar Camín, se debatió sobre las transiciones democráticas inconclusas, los sistemas de salud y educación estancados, y las oportunidades económicas perdidas.
El consenso fue claro: México ha cambiado, pero no tanto como podría haberlo hecho.
Los avances logrados: estabilidad económica y apertura global
A pesar de los fracasos, no todo ha sido negativo. México ha logrado:
- Reducir la inflación: Las quincenas de los mexicanos dejaron de ser víctimas de una erosión constante del poder adquisitivo.
- Estabilidad macroeconómica: Tras varios choques financieros, el país estabilizó su economía.
- Integración a mercados globales: El acceso a cadenas productivas internacionales mejoró las condiciones laborales y los salarios de millones de trabajadores.
Sin embargo, estos logros no han sido suficientes para cerrar las brechas estructurales en salud, educación y pobreza.
Oportunidades perdidas: entre la política y la economía
Desde el autoritarismo del siglo pasado hasta los intentos de transformación democrática, México ha dejado pasar momentos clave para cimentar un desarrollo más equitativo y sostenible.
1. Transiciones democráticas inconclusas
Los años posteriores al movimiento estudiantil de 1968 ofrecieron una oportunidad para democratizar el país. Sin embargo, las estructuras autoritarias prevalecieron durante décadas, retrasando la consolidación de instituciones sólidas y confiables.
2. Sistemas de salud y educación estancados
Aunque ha habido avances en la cobertura de servicios, los sistemas de salud y educación no han alcanzado el nivel necesario para garantizar equidad y bienestar a toda la población.
3. Grandes proyectos sin concretar
Ya sea en infraestructura, energía o políticas públicas, México ha visto cómo sus planes transformacionales quedan incompletos, víctimas de cambios de gobierno, corrupción o falta de continuidad.
Un México distinto, pero no preparado para el futuro
El México de hoy no es el mismo de los 70, 80 o 90. El comercio global, la digitalización y los nuevos retos ambientales han transformado el panorama. Sin embargo, las reglas locales e internacionales siguen cambiando rápidamente, y México parece estar reaccionando tarde.
¿Qué nos falta para estar listos?
- Negociaciones internacionales firmes: Con un mundo en constante turbulencia, es crucial definir qué estamos dispuestos a ceder y negociar con nuestros socios y vecinos.
- Adaptación a nuevas demandas globales: Desde el cambio climático hasta la transformación digital, México necesita políticas que respondan a estos retos contemporáneos.
- Reconocer los retrocesos: Más que justificarnos con el pasado, debemos aceptar las tareas inconclusas y trabajar en soluciones concretas.
Un país entre lecciones y desafíos
Es fácil mirar al pasado y encontrar excusas en las dificultades vividas. Sin embargo, el México de hoy necesita dejar atrás las narrativas justificativas y asumir un rol activo en un mundo que exige nuevas respuestas.
La verdadera transformación no llegará por recordar nuestras fortalezas pasadas, sino por abrazar los cambios que el presente y el futuro demandan.
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