La fuerza del agua ha vuelto a recordarnos la vulnerabilidad del país ante los fenómenos naturales. Las tormentas tropicales Priscilla y Raymond se combinaron con frentes fríos y vaguadas para azotar cinco estados mexicanos, dejando un saldo devastador: 42 muertos, 27 desaparecidos y más de 34 mil viviendas afectadas.
La tragedia que golpea el corazón del país
En Hidalgo, Veracruz, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí, las lluvias arrasaron con carreteras, puentes y hogares. Solo en Veracruz se contabilizan 16 mil casas dañadas, especialmente en Álamo Temapache, Poza Rica, Tuxpan y Tempoal. Mientras tanto, en Puebla se reportan 10 personas fallecidas y 8 no localizadas, según el gobernador Alejandro Armenta.
El impacto no solo se mide en cifras. Historias como la de Doña Margarita, en Poza Rica, ilustran el drama humano detrás de la tragedia:
“Perdí todo, pero lo que más me duele es no saber dónde está mi hijo”, relató entre lágrimas mientras recibía ayuda de Protección Civil.
La respuesta del gobierno y las fuerzas armadas
Ante la emergencia, más de 11 mil elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional fueron desplegados bajo el Plan DN-III-E y el Plan Marina. Cocinas móviles, helicópteros y rescatistas trabajan día y noche para llevar alimentos y refugio a los damnificados.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que 320 mil usuarios se quedaron sin servicio eléctrico. Hasta el último corte, se había restablecido el suministro en un 75 % de los hogares afectados, y los trabajos continúan.
Carreteras dañadas y comunidades incomunicadas
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) reportó más de mil kilómetros de carreteras federales dañadas, principalmente en zonas rurales. De ellos, 664 km ya fueron rehabilitados, mientras que 112 siguen intransitables. En San Luis Potosí y Querétaro, cientos de familias permanecen aisladas.
Por su parte, Pemex aseguró el abasto de combustible, descartando el riesgo de escasez de gasolina o diésel en las zonas afectadas.
Meteorología y pronóstico: un respiro incierto
Aunque el Servicio Meteorológico Nacional confirmó la degradación de Raymond a ciclón postropical, los remanentes del sistema siguen provocando lluvias intensas en Baja California Sur, Sonora y Chihuahua. Además, el frente frío número 6 podría generar más precipitaciones en el noroeste.
La onda tropical 37 continúa activa en el sureste del país, amenazando con más lluvias en Oaxaca, Chiapas y la península de Yucatán.
Solidaridad y resiliencia: la otra cara de la tormenta
A pesar de la tragedia, el país se moviliza. En redes sociales, ciudadanos organizan centros de acopio y voluntarios recorren comunidades para entregar víveres. “No podemos detener la lluvia, pero sí podemos tender la mano”, dijo un joven rescatista en Veracruz.
Cada tormenta deja cicatrices, pero también muestra el espíritu solidario que distingue a México. La reconstrucción será larga, pero la esperanza sigue en pie.


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