La Tortuga de Pantano de Yucatán: un tesoro en peligro
En las selvas y tierras húmedas del sur de Yucatán, entre los municipios de Oxkutzcab y Tekax, sobrevive una pequeña especie que guarda siglos de historia natural: la Tortuga de Pantano de Yucatán, conocida en lengua maya como Xtuk’is. Este reptil dulceacuícola, de movimientos lentos y caparazón oscuro, acaba de entrar oficialmente al nivel “Casi Amenazado” de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El cambio en su estatus encendió las alarmas en el mundo científico y ambiental, pues si esta tortuga desaparece de Yucatán, se extinguiría de todo el planeta. La noticia, confirmada por el director de la Red para la Conservación de los Anfibios y Reptiles de Yucatán (RCARY), Luis Fernando Díaz Gamboa, marca un punto crítico en la conservación de la fauna endémica mexicana.
Una especie única en el mundo
La Xtuk’is, cuyo nombre científico es Kinosternon creaseri, solo habita en un reducido territorio del sureste mexicano. Su hogar son los jaltunes o sartenejas, pequeñas acumulaciones de agua de lluvia que se forman en las cavidades naturales de la roca caliza. Estos cuerpos de agua son esenciales para su supervivencia, pero cada vez son más escasos debido al avance del cambio climático y la sequía prolongada.
De acuerdo con Díaz Gamboa, esta especie estaba catalogada anteriormente como de “Preocupación Menor”, pero la evaluación más reciente de la UICN —basada en criterios A2c+4c— determinó una reducción significativa en su población, una fragmentación severa de su hábitat y un descenso continuo en el número de ejemplares.
Si esta tendencia continúa, el siguiente paso sería su inclusión en el nivel de “Peligro Crítico” de extinción, lo que implicaría que la especie está a un paso de desaparecer por completo.
El valor ecológico y cultural de la Xtuk’is
Más allá de su importancia biológica, la Tortuga de Pantano tiene un profundo valor cultural. En las comunidades mayas, la Xtuk’is forma parte del equilibrio natural del entorno. Su presencia indica la salud del ecosistema acuático y su desaparición sería una señal clara de deterioro ambiental.
En la cosmovisión maya, las tortugas simbolizan resistencia, longevidad y conexión con la tierra. Por eso, su pérdida no solo representaría un daño ecológico, sino también un vacío en el legado cultural del pueblo yucateco.
Un llamado urgente desde la ciencia
La actualización del estatus de la Xtuk’is fue resultado de una evaluación exhaustiva realizada por especialistas de la RCARY, liderados por Díaz Gamboa, y presentada ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la UICN.
Durante semanas, los expertos realizaron trabajo de campo para obtener datos precisos sobre su población, sus zonas de anidación y los riesgos ambientales que enfrenta. Uno de los hallazgos más preocupantes fue la rápida pérdida de hábitat por la deforestación, el cambio en los patrones de lluvia y el uso agrícola del suelo.
“La conservación de las tortugas implica proteger su hábitat natural. Lo contrario las pone en un riesgo mayor. El cambio climático y el aumento de las temporadas de sequía en la Península de Yucatán son factores que están acelerando su desaparición”, explicó el investigador.
Un ecosistema amenazado por el cambio climático
Yucatán, una región con gran biodiversidad, enfrenta una presión ambiental creciente. La fragmentación de ecosistemas, el uso intensivo del suelo, los incendios forestales y las sequías prolongadas están afectando directamente a las especies acuáticas y terrestres.
La Xtuk’is no es la única tortuga en riesgo. Según la RCARY, de las 12 especies de tortugas que habitan en Yucatán, la mitad está amenazada. Entre ellas se encuentran la Tortuga blanca (Dermatemys mawii), en “Peligro Crítico” de extinción, y la Tortuga Almizclera (Claudius angustatus), la Tortuga Mojina de Monte (Rhinoclemmys areolata), la Tortuga Tres Lomos (Staurotypus triporcatus) y la Tortuga Pecho Quebrado (Kinosternon acutum), todas en nivel “Casi Amenazado”.
Cada una de estas especies cumple un papel vital en el equilibrio del ecosistema. La pérdida de una sola puede generar desequilibrios que afecten al resto de la fauna y flora del entorno.
Una defensa natural que no basta
Aunque su tamaño pequeño y su vida discreta la hacen parecer frágil, la Tortuga de Pantano posee una defensa curiosa: una glándula de almizcle en la parte posterior de su cuerpo, que secreta un olor fuerte para alejar a los depredadores. Sin embargo, ninguna adaptación natural puede protegerla de los efectos de la actividad humana.
El verdadero peligro para la Xtuk’is no son los animales que la rodean, sino los cambios que el ser humano ha provocado en su entorno: la contaminación del agua, el desmonte de selvas, la caza furtiva y el calentamiento global.
El desafío de conservar la vida en los jaltunes
Conservar a la Tortuga de Pantano de Yucatán significa proteger los jaltunes, esos espejos de agua que son fuente de vida en las tierras calizas del sur. Si desaparecen, se extinguiría también un ecosistema entero.
Por eso, los especialistas insisten en fortalecer programas de conservación, restaurar hábitats naturales y educar a las comunidades locales sobre la importancia de preservar las especies endémicas. La protección de la Xtuk’is no solo es una acción ecológica, sino también un compromiso con la identidad y el futuro de Yucatán.
Una advertencia que el planeta no puede ignorar
El caso de la Tortuga de Pantano yucateca es un reflejo de lo que ocurre con cientos de especies alrededor del mundo: el impacto del cambio climático y la acción humana están llevando a la biodiversidad a un punto sin retorno.
La historia de la Xtuk’is no es solo la de una tortuga en riesgo, sino la de un ecosistema que clama por atención. Si su extinción se consuma, el planeta perderá una especie única, y Yucatán, un símbolo de su riqueza natural.
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