Un fallo judicial histórico tras años de prisión preventiva
El 31 de julio de 2025 marcó un punto de quiebre en el caso de Israel Vallarta Cisneros, quien pasó casi dos décadas en prisión preventiva sin que existiera una sentencia en su contra. Ese día, una jueza del Estado de México dictó sentencia absolutoria por falta de pruebas suficientes.
La resolución, emitida por el Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal de Toluca, concluyó que la Fiscalía General de la República (FGR) no logró demostrar su responsabilidad en delitos como secuestro, delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano.
Mary Sainz, esposa de Vallarta y defensora de su causa durante años, celebró la decisión en redes sociales: “¡Por fin! #IsraelVallartaLibreYa (…) después de casi 20 años sin sentencia, ¡por fin!”.
“No soy un héroe, soy como cualquier persona”
Este 8 de agosto, Vallarta ofreció una conferencia de prensa frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Desde ahí, pidió a la sociedad y a los medios no colocarlo en un pedestal ni idealizar su caso.
“Yo les pido que no me vean como un héroe porque no lo soy. Soy igual que cualquier hijo, hermano o padre de personas que aún están detenidas con excesos de prisión, muchos sin sentencia y sin que se analicen adecuadamente sus pruebas”, declaró.
El exreo subrayó que su proceso todavía podría enfrentar apelaciones, ya que es un derecho de las partes inconformes: “Es casi seguro que alguna parte va a apelar y tienen su derecho. Pero créanme, la sentencia es bastante clara y apegada a derecho”.
Denuncias contra quienes participaron en su montaje
Vallarta también confirmó que ha interpuesto denuncias contra personajes y funcionarios que participaron en el montaje televisivo que derivó en su detención, entre ellos Carlos Loret de Mola y Luis Cárdenas Palomino.
Este caso ha sido señalado durante años como un ejemplo de montajes mediáticos y violaciones al debido proceso en México, lo que lo convirtió en un símbolo de las fallas del sistema judicial, aunque él insiste en que no busca ser un referente heroico.
El impacto en su familia y el camino a la reconstrucción
Durante sus casi 20 años en el Penal del Altiplano, su familia enfrentó graves dificultades económicas, emocionales y sociales. Vallarta reconoció que una de sus prioridades será reunificar a sus seres queridos y sanar las heridas que dejó su encarcelamiento.
“Voy a dedicarme a que mi familia esté completa y podamos sanar juntos”, afirmó. Entre sus metas inmediatas está retomar el contacto con sus hijos, hermanos y demás familiares, además de buscar estabilidad económica para todos.
Subrayó que la prisión no solo castiga a quien está tras las rejas, sino también a todo su entorno: “Han sido muchos años de ausencia y dolor; es momento de que estemos unidos y que aprendamos a vivir en libertad como familia”.
Un caso que refleja las fallas del sistema judicial mexicano
El caso Vallarta vuelve a encender el debate sobre la prisión preventiva prolongada en México. Organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado que cientos de personas permanecen encarceladas durante años sin recibir sentencia, en violación a los estándares internacionales.
La liberación de Vallarta podría convertirse en un precedente importante para otros procesos similares, aunque su situación personal aún podría enfrentar nuevas etapas jurídicas si se presentan impugnaciones.
Libertad con un enfoque en el presente
La historia de Israel Vallarta es un recordatorio de las consecuencias humanas de un sistema judicial lento y, en ocasiones, injusto. Tras ser absuelto por falta de pruebas después de casi 20 años, su prioridad no será la fama ni la reivindicación mediática, sino reconstruir su vida y la de su familia.
Aunque no descarta enfrentar nuevas batallas legales, Vallarta ha dejado claro que quiere dejar atrás la cárcel y enfocarse en el presente. Su mensaje es claro: no busca ser visto como un héroe, sino como un hombre que quiere vivir en libertad y en paz.


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