sábado, diciembre 27, 2025

IPN: Platos biodegradables hechos con cáscaras

Tecnología sustentable del IPN para reducir desechos y fortalecer la economía circular

Innovación que convierte residuos en soluciones ecológicas

El IPN avanza en una propuesta mexicana que responde a uno de los mayores desafíos ambientales: la dependencia de plásticos desechables. Investigadores de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) desarrollan platos biodegradables fabricados con cáscaras de fruta, verduras y hortalizas, una alternativa que promete reducir significativamente la contaminación y fortalecer la economía circular. La iniciativa busca crear utensilios que se degraden rápidamente y que sean inocuos para el entorno, aportando una opción real frente a productos que se comercializan como “biodegradables” sin serlo completamente.

IPN: Una alternativa frente al plástico mal llamado biodegradable

El proyecto, liderado por el investigador Elier Neri Torres, parte de una preocupación clave: muchos productos plásticos en el mercado se promocionan como biodegradables aun cuando contienen polímeros que tardan años en desintegrarse. Esta falsa percepción de sustentabilidad contribuye a que los desechos sigan acumulándose en rellenos sanitarios y ecosistemas naturales.

La propuesta del IPN, en cambio, utiliza cáscaras de melón, papaya, plátano, mango, aguacate y piña, así como restos de verduras y hortalizas, como materia prima principal. Todo ello proviene de los residuos generados diariamente en la cafetería escolar, lo que garantiza un suministro constante de desechos orgánicos que pueden transformarse en productos útiles.

Un proceso sustentable desde el origen

Los residuos recolectados pasan por un proceso de secado con energía solar, además de ser sometidos a estufas especializadas y hornos de convección. Este método permite obtener materiales secos y listos para convertirse en utensilios moldeables, sin recurrir a procesos altamente contaminantes.

Los investigadores señalan que dar una segunda vida a los desechos es un paso esencial para reducir la huella de carbono y promover prácticas alineadas con la química verde. La idea central es aprovechar aquello que normalmente se desecha para generar un producto útil y compostable.

Como afirma Neri Torres:

“No podemos pedirle a la gente que se coma la cáscara de ciertos vegetales, pero sí podemos convertirla en productos útiles”.

Hacia utensilios más duraderos e inocuos

Aunque la meta principal es fabricar platos de uso inmediato, el equipo analiza la posibilidad de incorporar agentes antimicrobianos naturales que extiendan su vida en anaquel sin necesidad de químicos nocivos. Esto permitiría que los utensilios tengan mejores condiciones de almacenamiento y distribución, sin perder su capacidad de biodegradarse con rapidez.

Para garantizar su viabilidad, los prototipos deberán superar pruebas rigurosas de inocuidad, resistencia y microbiología. Solo después de cumplir con estos requisitos podrán pensarse como productos listos para su comercialización.

Un avance del 75 % y metas claras

El proyecto ya registra un avance del 75 %, lo que significa que la fase final de desarrollo está cercana. Según estimaciones del equipo, los primeros prototipos podrían estar listos en seis meses a un año. Antes de su lanzamiento, será necesario escalar el proceso hacia un reactor de mayor capacidad, lo que permitirá producir más utensilios y evaluar su sustentabilidad a nivel industrial.

El Politécnico subraya que esta investigación combina ciencia, reciclaje y conciencia ambiental para generar alternativas que reduzcan la presión sobre los ecosistemas, especialmente en un momento en el que los residuos plásticos representan un problema global.

México apuesta por la economía circular

Este tipo de iniciativas demuestran cómo las universidades públicas pueden impulsar soluciones reales ante la crisis ambiental. La fabricación de platos biodegradables no solo ayuda a mitigar el consumo de plástico, sino que también abre la puerta a nuevas industrias, empleos verdes y oportunidades de innovación.

Además, el uso de residuos orgánicos como materia prima abona a un modelo de economía circular, donde cada elemento se reutiliza antes de convertirse en basura. En un país donde los desechables representan toneladas de contaminación diaria, transformar desperdicios en utensilios funcionales es un paso gigantesco hacia un consumo más responsable.

El proyecto del IPN se perfila como una de las iniciativas mexicanas más relevantes en materia de sustentabilidad. Transformar cáscaras y restos vegetales en platos biodegradables no solo es una respuesta innovadora al problema de los plásticos, sino también una apuesta por un futuro en el que la ciencia y el cuidado del planeta avancen de la mano. Si los prototipos superan las pruebas finales, México podría posicionarse como referente en productos ecológicos creados a partir de residuos.

Ian Cabrera
Ian Cabrera
Ian Israel Cabrera Navarro es un talentoso creador de contenido digital y profesional de la comunicación. Con 24 años y más de cuatro de experiencia, se especializa en locución, redacción de guiones para materiales audiovisuales y edición de video de alto nivel. Su enfoque claro, preciso y su compromiso con la calidad se reflejan en cada proyecto, posicionándolo como un creador que entiende y satisface las necesidades de su audiencia. Con un excelente dominio del inglés, habilidades sociales destacadas, facilidad para la oratoria y destreza en herramientas digitales, Ian es un activo invaluable para La Verdad Noticias, siempre en constante evolución y con la ambición de seguir creciendo en el ámbito de los medios digitales.
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