Las enfermedades cardiacas, en particular la hipertensión arterial, siguen siendo la principal causa de muerte en México, a pesar de ser prevenibles. Su impacto es especialmente grave en la península de Yucatán.
De acuerdo con el cardiólogo Arturo Castán, esta enfermedad, antes común en los adultos mayores, ahora está afectando con mayor frecuencia a personas jóvenes, incluso desde los 30 años de edad.
“Actualmente, los hábitos en la población no ayudan. El ritmo de vida, el consumo de alcohol, la alimentación, el sedentarismo son factores que propician las alteraciones en la presión arterial. Lamentablemente, son más jóvenes que ahora ya comienzan a presentar una presión alta de forma prematura y cuyo historial clínico refleja malos hábitos”, dijo.
Explicó que, además de los hábitos cotidianos, existen diferentes factores que pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión arterial, entre ellos destacan los antecedentes familiares y el estrés crónico.
Uno de los riesgos más graves, advierte el especialista, es que la hipertensión arterial suele avanzar sin presentar síntomas, lo que permite que permanezca sin ser detectada durante años.
“Dentro del ámbito médico lo conocemos como la muerte silenciosa, porque es una condición que no avisa y cuando lo hace, en la mayoría de los casos, suele ser demasiado tarde. Cuando los pacientes llegan a consulta en casos graves, ya hay un daño en las venas, daños que difícilmente son curables o reversibles. A partir de que se tiene síntomas, el mismo sistema circulatorio comienza a deteriorarse poco a poco”, explicó.
En ese sentido, Arturo Castán hizo un llamado a la prevención, destacando la importancia del monitoreo regular y la realización de estudios especializados en pacientes con factores de riesgo. Mientras que para las personas que han sido diagnosticadas con la enfermedad, recordó la importancia de apegarse al tratamiento de la enfermedad y seguir haciendo cambios en los hábitos alimenticios.
“No está de más tomarse la presión, en el supermercado, en los centros de salud, siempre hay que aprovechar la oportunidad. Hoy ya no estamos en tiempo de minimizar las enfermedades y atenderlas oportunamente, sobre todo en quienes tienen antecedentes familiares de hipertensión.
“Si, a la par de los estudios, se suspende el consumo del tabaco, de alcohol, se mantienen los niveles de colesterol, de la presión arterial, de la glucosa y se lleva a cabo un esquema aeróbico de ejercicios de 30 a 50 minutos, el pronóstico de vida en pacientes con factores de riesgo es más alto”, dijo.
Hipertensión en la península de Yucatán
De acuerdo con los datos más recientes del boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, del 1 de enero al 13 de mayo de este año registraronen la península de Yucatán más de ocho mil casos confirmados de hipertensión arterial.
Yucatán es la entidad que lidera en el número de casos, con 3,133 pacientes diagnosticados a partir de la toma de presión y pruebas especializadas para su detección. A estas cifras le sigue Quintana Roo con 3,056 y Campeche con 1,911 casos.
Estas cifras reflejan un panorama preocupante, ya que muchos de los diagnósticos se realizaron cuando los pacientes presentaban síntomas avanzados o durante tomas de presión arterial en hospitales. Además, existe la posibilidad de que haya un número aún mayor de casos sin detectar.
¿CÓMO PREVENIR LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL?
• Mantener una dieta equilibrada baja en sodio, grasas saturadas y azúcares
• Hacer ejercicio aeróbico de 30 a 50 minutos al menos 5 días por semana
• Evitar el consumo de tabaco y alcohol
• Controlar el estrés y mantener un peso saludable
• Medirse la presión arterial con regularidad, sobre todo a partir de los 30 años
• Controlar el consumo de sal
PRINCIPALES SÍNTOMAS DE HIPERTENSIÓN
• Dolor de cabeza constante
• Mareos o zumbido de oídos
• Visión borrosa
• Dificultad para respirar
• Dolor en el pecho
FACTORES DE RIESGO
• Antecedentes familiares de hipertensión o enfermedades cardiacas
• Obesidad o sobrepeso
• Sedentarismo
• Dieta alta en sal y alimentos procesados
• Consumo excesivo de alcohol y tabaco
• Estrés crónico
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