La tragedia que enluta a Zongolica
El lunes 9 de diciembre, la noche se tiñó de tragedia en el distrito 18 de Zongolica, Veracruz. Benito Aguas Atlahua, diputado federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), perdió la vida tras ser víctima de un ataque armado en la comunidad de Tepenacaxtla. En el mismo incidente, falleció también un hombre identificado preliminarmente como Agustín Linares López, ingeniero de profesión.
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó el fallecimiento del legislador horas después del ataque. Según los primeros reportes, los servicios de emergencia intentaron salvar la vida de Aguas Atlahua, pero las heridas causadas por arma de fuego resultaron fatales.
Reacciones políticas: un llamado a la paz
El asesinato del diputado generó indignación y condena inmediata entre actores políticos y partidos. El PRI expresó su postura en un mensaje difundido a través de su cuenta en X (antes Twitter):
“Condenamos enérgicamente el ataque armado contra el diputado federal Benito Aguas Atlahua. México merece vivir en paz. No más violencia.”
Por su parte, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, calificó el atentado como un acto cobarde y reiteró su confianza en que las autoridades harán justicia:
“Mi solidaridad con la familia del diputado y con el pueblo de Veracruz. Estoy seguro de que este crimen no quedará impune.”
Javier Herrera Borunda, también diputado federal por Veracruz, demandó acciones contundentes por parte de las autoridades:
“Es imperativo erradicar la violencia política en nuestro país. Exigimos respuestas inmediatas y estaremos vigilantes del actuar de las autoridades locales y federales.”
El contexto de violencia en Veracruz
El asesinato de Aguas Atlahua es un recordatorio de la creciente inseguridad que afecta a Veracruz, en particular a regiones como Zongolica, donde la violencia política se ha vuelto alarmante. Según analistas, la zona enfrenta desafíos derivados de la presencia de grupos delictivos y la falta de recursos para combatirlos.
Este ataque también pone en evidencia los riesgos que enfrentan los representantes públicos, especialmente aquellos que trabajan en zonas vulnerables. En años recientes, México ha registrado un aumento preocupante en los homicidios de políticos, un fenómeno que socava la estabilidad democrática del país.
La investigación en marcha
La FGE desplegó a fiscales, peritos y elementos de la policía ministerial en la escena del crimen para recabar evidencia y esclarecer los hechos. Aunque hasta ahora no se han identificado a los responsables, la presión pública y política es intensa para que el caso no quede impune.
Este atentado deja un vacío en la política local y un mensaje urgente para el gobierno: es necesario fortalecer la seguridad y garantizar que estos hechos no se repitan.


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