La Universidad Veracruzana (UV) atraviesa uno de los momentos más tensos de su historia reciente. Lo que parecía ser un procedimiento administrativo, la prórroga del mandato de su rector Martín Aguilar Sánchez, se ha convertido en una crisis que amenaza la estabilidad de la institución.
Más de 20 ex miembros de la Junta de Gobierno decidieron alzar la voz en una carta abierta. Para ellos, lo ocurrido no es un simple desacuerdo, sino una ruptura con tres décadas de prácticas democráticas que garantizaban continuidad y legitimidad.
La prórroga que desató la controversia
En junio de 2025, los actuales integrantes de la Junta de Gobierno aprobaron que Aguilar Sánchez permaneciera en la rectoría hasta 2029. Sin embargo, los ex consejeros acusan que la decisión tergiversa la normatividad interna, evitando que el rector pasara por un proceso de evaluación y consulta abierto a la comunidad.
Ese procedimiento, aseguran, era la base de la gobernabilidad universitaria: candidatos con proyectos, análisis de desempeño y designación razonada. Sin él, argumentan, la UV ha entrado en un terreno de ilegitimidad y crisis moral.
La carta abierta: un llamado a rectificar
Los ex miembros de la Junta no solo cuestionaron la legalidad del procedimiento. También pidieron la renuncia inmediata del rector y la convocatoria a un nuevo proceso de designación transparente.
“El regreso a la normalidad y la armonía universitarias sólo puede lograrse con la salida de Martín Aguilar Sánchez de la rectoría”, afirmaron.
Para ellos, continuar con la prórroga solo prolonga la inestabilidad interna y la desconfianza de la comunidad académica.
Un informe fuera del campus
El malestar aumentó tras el cuarto informe de Aguilar Sánchez, presentado el 27 de agosto en un hotel, lejos de un recinto universitario. A la par, se celebró el Consejo General Universitario sin quórum legal, escenario en el que se entregó formalmente la prórroga al rector.
Para los críticos, ese acto simbolizó la ruptura con la transparencia institucional y el alejamiento de la comunidad universitaria de las decisiones más importantes.
Lo que está en juego en la UV
La Universidad Veracruzana no solo es una casa de estudios; es un símbolo cultural y social en el estado. Lo que ocurra en los próximos meses marcará el rumbo de su credibilidad académica y política.
La confrontación entre ex consejeros, actuales autoridades y sectores estudiantiles abre un debate más amplio: ¿cómo deben elegirse las autoridades universitarias en México?. La UV, al igual que otras universidades públicas, se enfrenta al reto de conciliar autonomía, democracia y legitimidad.
La disputa por la rectoría de la UV no es únicamente un asunto administrativo. Representa una lucha por la identidad universitaria, la transparencia en sus procesos y la confianza de miles de estudiantes y académicos.
El desenlace de esta crisis definirá no solo el futuro inmediato de la institución, sino también el precedente de cómo se ejerce la gobernanza universitaria en México.
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