La repatriación de piezas arqueológicas e históricas desde Estados Unidos hacia México alcanzó más de 10 mil 500 objetos en una década, según especialistas que participaron en el foro Estrategias Binacionales contra el Tráfico de Bienes, realizado en la Biblioteca Benjamín Franklin de la Ciudad de México.
El encuentro, organizado por la Embajada de Estados Unidos en México, reveló los retos, casos de éxito y estrategias para frenar el saqueo cultural que afecta gravemente al país.
Piezas repatriadas desde EU
Entre los casos más recientes está la devolución de una talla de madera de Santa Rosa de Lima, localizada en una galería de Santa Fe, Nuevo México, consignada por una coleccionista.
En diciembre de 2024, la pieza fue entregada en una ceremonia oficial en el Templo Mayor con la presencia del ex embajador Ken Salazar. Otras entregas:
- 2023: devolución de un manuscrito firmado por Hernán Cortés en 1527.
- 2022: entrega de una estatua de San Antonio de Padua, registrada como monumento histórico desde 1940.
Estrategias en Estados Unidos
Arturo D. Colón Anguita, del Departamento de Seguridad de EU, explicó que el país cuenta con mecanismos más estrictos para detectar y repatriar bienes robados.
Entre las medidas aplicadas destacan:
- Instrucción a agentes de aduanas para identificar piezas arqueológicas.
- Colaboración con instituciones como el Penn Museum de Filadelfia para rastrear el origen de objetos.
- Fondos del Cultural Heritage Center, que ha destinado más de 2 millones de dólares a programas de conservación del patrimonio.
El plan del INAH en México
Por parte de México, Thalía Edith Velasco, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, anunció un proyecto que busca prevenir el saqueo desde las comunidades.
El plan incluye:
- Campañas de prevención en zonas con gran valor cultural, como Yucatán.
- Capacitación a las comunidades para elaborar un inventario nacional de bienes culturales.
- Sensibilización sobre la importancia de reportar robos, pues muchos no se denuncian.
“Los robos suelen ser silenciosos; muchas veces se detectan mucho tiempo después de ocurridos”, señaló Velasco.
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