En medio de la tensión por las negociaciones de culpabilidad de Los Chapitos en Estados Unidos, Ismael “El Mayo” Zambada, el legendario líder del Cártel de Sinaloa, ha optado por un camino diferente: enfrentar un juicio público. Mientras tanto, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán buscan acuerdos confidenciales con las autoridades estadounidenses.
Estas decisiones contrastantes subrayan las diferencias en la manera en que los líderes del cártel enfrentan la caída de su imperio criminal.
Los Chapitos: Negociaciones discretas y beneficios personales
Según el periodista Óscar Balderas, los hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López están en negociaciones con el gobierno estadounidense con dos objetivos claros:
- Reducir sus sentencias.
- Mejorar sus condiciones de reclusión, incluyendo acceso a visitas familiares, más tiempo de ejercicio y la posibilidad de proteger parte de su fortuna acumulada.
A cambio, estarían dispuestos a proporcionar información valiosa, pero con la condición de mantener sus declaraciones en privado para proteger a sus medios hermanos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, quienes continúan liderando operaciones en México.
El Mayo Zambada: Apuesta por la verdad y el juicio público
En contraste, Ismael Zambada parece haber tomado un rumbo más arriesgado. El Mayo, conocido por su habilidad para navegar entre el poder político y criminal, busca presentarse como un líder que no teme exponer la verdad.
De acuerdo con Balderas, su estrategia incluye:
- Visibilidad pública: Convertirse en el “portador de la verdad” para dinamitar las acusaciones en su contra.
- Credibilidad estratégica: Construir una narrativa basada en hechos que desmienten versiones oficiales, como lo hizo en 2024 al contradecir públicamente a la Fiscalía de Sinaloa sobre el asesinato de Héctor Melesio Cuen Ojeda.
Zambada ha utilizado esta postura para reforzar su imagen como el político del Cártel de Sinaloa, un hombre que tejió alianzas clave con empresarios y políticos.
Riesgos de ambas estrategias
Aunque ambas posturas tienen ventajas, también representan riesgos:
- Para Los Chapitos: Las negociaciones en secreto podrían alienar a sus aliados dentro del cártel, especialmente si se filtra información que perjudique a otros líderes.
- Para El Mayo: Un juicio público podría exponerlo a pruebas contundentes o testimonios de sus antiguos aliados, incluidos Los Chapitos, lo que debilitaría su defensa.
El legado político de El Mayo dentro del cártel
A diferencia de “El Chapo”, quien era más operativo, El Mayo Zambada se consolidó como una figura clave en la construcción de relaciones estratégicas. Según investigaciones, su influencia alcanzaba:
- Gobernadores y presidentes municipales.
- Cámaras empresariales.
- Universidades y figuras del norte de México.
Este enfoque político le permitió operar de manera más discreta y efectiva durante décadas, un contraste con el estilo mediático y llamativo de “El Chapo”.
¿Qué sigue para el Cártel de Sinaloa?
La división estratégica dentro del cártel podría marcar un antes y un después en su estructura interna. Con la próxima audiencia de Zambada programada para el 15 de enero, y las negociaciones de Los Chapitos avanzando, los próximos meses serán cruciales para el futuro de la organización.
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