En la isla de Cozumel, dos casos recientes de extorsión virtual encendieron las alertas entre autoridades y familias, dejando al descubierto cómo operan delincuentes desde el anonimato telefónico para manipular a menores de edad, sembrar el miedo y aislarlas de su entorno. Ambos casos fueron atendidos con prontitud por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y pusieron en marcha los protocolos de protección a víctimas.
‘Destruye tu chip y vete sola’: el engaño que llevó a una menor hasta un supermercado
Una adolescente fue localizada al interior de los sanitarios del supermercado Chedraui, en la calle Félix González Canto con avenida Transversal. La menor se encontraba en estado de crisis nerviosa luego de recibir múltiples llamadas de un número desconocido, en las que los extorsionadores se identificaron como miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Con amenazas dirigidas a su familia, le exigieron que destruyera el chip de su celular, comprara uno nuevo y se alejara de su casa. La joven obedeció por temor, y eligió el supermercado como lugar para ocultarse. También le exigieron imágenes íntimas, lo que profundizó su angustia. En el baño, al borde del colapso, rompió en llanto, momento en que fue localizada por los agentes que la buscaban.
Personal del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (GEAVIG), así como elementos de la Fiscalía General del Estado y paramédicos de la unidad CostaMed #01, acudieron al sitio para brindarle atención inmediata. La menor fue diagnosticada con una fuerte crisis nerviosa y posteriormente trasladada a su hogar, donde fue recibida entre abrazos por sus padres y su hermano mayor.
Otra estudiante, otra llamada: la amenaza llegó al colegio
En el Colegio de Bachilleres de Cozumel, una joven de 17 años fue blanco de una modalidad similar de extorsión. Durante clases, recibió tres llamadas telefónicas de una persona que también se hizo pasar por integrante del CJNG. El mensaje era claro: sal de inmediato del plantel, pues “vamos a pasar por ti”.
La adolescente no cayó en el juego. Decidió comunicar la situación a la subdirectora del colegio, quien de inmediato activó los protocolos internos y llamó al 911. La rápida respuesta de los cuerpos de emergencia evitó que la situación escalara.
Al plantel arribaron policías municipales, personal del GEAVIG, paramédicos y posteriormente personal del DIF municipal, quienes ofrecieron contención emocional y acompañamiento a la joven afectada.
Cozumel no es ajeno al crimen digital
Ambos casos, ocurridos en un lapso corto, muestran un patrón: llamadas anónimas, amenazas de muerte, manipulación psicológica y aislamiento forzado de menores. Aunque no hubo contacto físico ni presencia de los criminales en los alrededores, el daño emocional fue profundo.
Las autoridades reiteraron el llamado a padres de familia, docentes y estudiantes para estar alerta ante este tipo de delitos, denunciar cualquier llamada sospechosa y nunca seguir las instrucciones de desconocidos, por más creíbles o intimidantes que parezcan.
En ambos casos, la rápida actuación de la SSC, el GEAVIG, las instituciones educativas y los servicios médicos fue clave para evitar desenlaces más graves. Las menores ya se encuentran bajo resguardo familiar.


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