El Parque Metropolitano de León, símbolo de convivencia familiar y pulmón verde de Guanajuato, hoy enfrenta una crisis que nada tiene que ver con su paisaje natural. Detrás de sus tranquilos senderos y lagos artificiales, un grupo de empleados vivió semanas de miedo, incertidumbre y finalmente, despido.
Siete trabajadores del parque —entre ellos hombres y mujeres— decidieron alzar la voz ante la Contraloría de León para denunciar presuntos casos de acoso laboral y sexual. Lo que no esperaban era que poco después serían despedidos de manera repentina.
“No somos delincuentes, estamos denunciando, estamos presentando las quejas de manera institucional”, declaró Rodolfo Chacón Torres, uno de los afectados, quien acusa que incluso fueron retenidos en las oficinas para obligarlos a firmar su renuncia.
Denunciar tuvo consecuencias
Según los denunciantes, el conflicto comenzó cuando Luz Margarita Alba Contreras, esposa del regidor panista Hildeberto Moreno Faba, asumió la dirección del Parque Metropolitano. Desde su llegada, aseguran, se instauró un ambiente de hostigamiento que derivó en decenas de quejas internas.
La Contraloría municipal ya acumula al menos 35 denuncias por acoso laboral y sexual, mientras el Sindicato Nacional de Servidores Públicos, liderado por Vladimir Santos Salcedo, anunció que respaldará a los despedidos con demandas laborales y no descarta el inicio de una huelga.
“Esta situación no solo afecta a los despedidos, sino a todo el personal que teme represalias”, explicó Santos, quien además reveló que otros 13 empleados podrían ser cesados en los próximos días.
Sindicalización: la chispa que encendió el conflicto
El 29 de septiembre, casi 30 trabajadores del Parque Metropolitano de León anunciaron su integración al Sindicato Nacional de Servidores Públicos, afiliado a la CTM. La decisión buscaba frenar los abusos y garantizar estabilidad laboral, pero también habría acelerado los despidos.
Los empleados recuerdan que el ambiente se tornó tenso desde el momento en que se conoció su intención de sindicalizarse.
“Fue ahí cuando todo cambió”, relataron. “Nos vigilaban, nos señalaban y comenzaron las amenazas veladas”.
Una lucha por dignidad y justicia laboral
El caso del Parque Metropolitano de León ha generado reacciones en redes sociales y entre colectivos laborales, que exigen investigaciones transparentes y protección para los denunciantes. Expertos en derechos laborales señalan que este tipo de represalias vulnera las normas establecidas en la Ley Federal del Trabajo, que protege a los empleados que presentan quejas de hostigamiento.
Mientras la Fiscalía y la Contraloría avanzan con las investigaciones, los trabajadores despedidos mantienen firme su exigencia: ser reinstalados y garantizar que ninguna otra persona sea víctima de acoso en una institución pública.
El Parque Metropolitano, antes emblema de armonía, hoy refleja la urgencia de transformar los espacios laborales en entornos seguros, donde denunciar no signifique perder el empleo.


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