La detención de la alcaldesa de Capulhuac, Selenne «N», por graves acusaciones de agresión, ha sido solo el detonante de una crisis política que ya se gestaba en el municipio. Su ausencia ha desatado una abierta y feroz disputa por el control del ayuntamiento, sumiendo a Capulhuac en un estado de ingobernabilidad y parálisis administrativa.
Toluca, Estado de México.- El escándalo criminal que llevó a la alcaldesa de Capulhuac, Selenne «N», tras las rejas, ha destapado una caja de pandora política. Más allá de los graves delitos que se le imputan, su arresto ha dejado al descubierto una profunda fractura en el gobierno municipal y ha encendido una guerra sin cuartel por el poder.
La pregunta que resuena en los pasillos del palacio municipal y en las calles del municipio es: ¿quién está realmente al mando en Capulhuac? La respuesta es incierta, y esta incertidumbre amenaza con paralizar los servicios públicos y la administración de justicia para sus ciudadanos.
Un Gobierno Paralelo: El Desafío de la Alcaldesa
El conflicto actual no nació con la detención. Documentos y reportes indican que la crisis de gobernabilidad era preexistente. Incluso después de haber solicitado una licencia para separarse del cargo por 90 días tras la denuncia en su contra, Selenne Hernández se negó a ceder el control.
Según se ha revelado, la alcaldesa operaba una especie de «gobierno paralelo» en un abierto desafío a la estructura formal del ayuntamiento:
* Control de la Comunicación: Se apropió de las cuentas oficiales de redes sociales del municipio, utilizándolas como su plataforma personal para transmitir eventos y comunicados, marginando a otros miembros del cabildo.
* Sesiones de Cabildo a Modo: Realizaba sesiones de cabildo únicamente con los regidores que le eran leales, ignorando a la facción opositora y tomando decisiones de manera unilateral.
Este comportamiento demuestra que la agresión por la que fue detenida pudo haber sido un episodio más dentro de una lucha de poder intensa y sin reglas, donde la intimidación y el abuso de autoridad eran herramientas cotidianas.
El Vacío de Poder y la Lucha por la Sucesión
Con Selenne «N» en el penal de Santiaguito, la disputa por la sucesión se ha intensificado. Legalmente, el cabildo debe nombrar a un sucesor, pero la profunda división entre facciones complica cualquier acuerdo. Los dos bandos que se enfrentaban con la alcaldesa en funciones ahora luchan entre sí por quedarse con el control del despacho principal.
Esta parálisis tiene consecuencias directas para los ciudadanos:
* Incertidumbre Administrativa: No hay claridad sobre quién tiene la firma autorizada para trámites, pagos a proveedores o la gestión de programas sociales.
* Riesgo en la Seguridad: La cadena de mando en la policía municipal queda en entredicho, lo que puede ser aprovechado por la delincuencia.
* Desconfianza Ciudadana: La percepción de un gobierno enfrascado en luchas internas erosiona por completo la confianza de la población en sus autoridades.
«La situación en Capulhuac es un ejemplo extremo de cómo las disputas políticas personales pueden secuestrar a toda una institución municipal, dejando a los ciudadanos en un estado de total indefensión». – Analista político especializado en gobiernos locales.
¿Intervención del Congreso Estatal?
Ante la evidente ingobernabilidad, una de las posibles salidas es la intervención del Congreso del Estado de México. La legislatura estatal tiene la facultad de nombrar un concejo municipal interino o de tomar otras medidas para restaurar el orden en el ayuntamiento.
Mientras los actores políticos locales continúan su batalla por el poder, el futuro de Capulhuac pende de un hilo. La resolución de la crisis no solo depende del proceso penal contra la alcaldesa, sino de la capacidad de las instituciones estatales para imponer el orden y garantizar un gobierno funcional para el municipio.


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