En 2019, el gobierno federal anunció con gran expectativa la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones, asegurando que sería una vía clave para pacificar al país. Hoy, cinco años después, se confirma lo que muchos especialistas ya sospechaban: México ha navegado a ciegas en materia de adicciones y salud pública.
La Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones, realizada entre octubre de 2018 y mayo de 2024, ha sido desechada por errores metodológicos. Esto significa que, en la práctica, el país ha estado operando sin datos reales sobre el consumo de drogas desde la última encuesta confiable en 2017, realizada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Pero lo más preocupante no es solo la falta de información actualizada. No habrá sanción alguna para los responsables de esta encuesta fallida, a pesar de que la ley establece que omitir información clave en materia de salud pública es un acto grave.
El aumento del consumo de drogas en México: cifras alarmantes desde 2017
La última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, realizada en 2017, ya reflejaba un alarmante incremento en el consumo de drogas en México:
- Consumo de cocaína: aumentó un 47% entre 2000 y 2017.
- Consumo de marihuana: creció 245% en el mismo periodo.
- Uso de anfetaminas: se disparó 780%, especialmente entre 2014 y 2017, convirtiéndose en la droga de mayor crecimiento.
- Fentanilo: aunque no aparecía en los reportes de alto consumo, ya se advertía su peligrosidad y potencial adictivo.
Desde entonces, México ha carecido de datos confiables sobre el impacto real de las drogas en la población, lo que ha afectado gravemente las políticas públicas de prevención y control.
El riesgo del fentanilo y las drogas sintéticas en México
Uno de los mayores peligros actuales es el rápido aumento del tráfico y consumo de fentanilo, un opioide sintético que ha devastado comunidades en Estados Unidos y que ya está dejando huella en México.
- México no solo es un país de tránsito del fentanilo; existen indicios de que su consumo interno está aumentando.
- El cierre de la frontera por parte de EE.UU. podría agravar la crisis, pues los cárteles buscarán nuevos mercados en territorio mexicano.
- La falta de datos impide dimensionar el impacto real del fentanilo en las ciudades mexicanas, dificultando la prevención y el tratamiento.
Si el gobierno no actúa con rapidez, México podría enfrentar una crisis de salud pública sin precedentes, similar a la epidemia de opioides en EE.UU.
El paralelismo con la crisis del narcotráfico tras el 11-S
La historia ofrece un precedente preocupante. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos endureció sus controles fronterizos, lo que afectó directamente el tráfico de drogas.
El resultado fue un aumento del consumo interno en México, especialmente en ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juárez. La cocaína que no lograba cruzar al norte quedaba en territorio mexicano, alimentando una ola de violencia que aún persiste hoy.
El mismo fenómeno podría repetirse con el fentanilo y otras drogas sintéticas si México no implementa medidas urgentes.
¿Cómo puede México enfrentar la crisis de adicciones?
Dado el fracaso de la estrategia de prevención y la ausencia de datos actualizados, es urgente que el gobierno adopte un plan integral que incluya:
- Una nueva encuesta nacional con metodología transparente y aval de expertos internacionales.
- Mayor inversión en programas de rehabilitación y prevención, especialmente en jóvenes y comunidades vulnerables.
- Coordinación efectiva con EE.UU. y organismos internacionales para frenar el tráfico de fentanilo.
- Regulación y control más estrictos en antros y centros nocturnos, donde se distribuyen drogas sintéticas.
México no puede permitirse otros cinco años de inacción. Si no se actúa ahora, las consecuencias serán devastadoras para la sociedad y la salud pública.
El tiempo se agota para México en la lucha contra las adicciones
El descarte de la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones es un reflejo de años de omisión en la política de salud pública. Mientras el consumo de drogas sigue aumentando, el país carece de herramientas para combatirlo de manera efectiva.
Con el riesgo inminente de una crisis de fentanilo en territorio mexicano, es urgente que el gobierno deje de ignorar el problema y adopte medidas basadas en datos reales y estrategias efectivas.
Las drogas sintéticas no esperan, y México tampoco puede permitirse seguir actuando a ciegas.
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