La alerta sanitaria que sacudió el comercio electrónico
Comprar medicamentos en línea se ha vuelto una práctica común en los últimos años. Sin embargo, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) lanzó una advertencia contundente: adquirir productos médicos en plataformas digitales puede representar un alto riesgo para la salud.
La institución mexicana detectó una preocupante tendencia: medicamentos falsificados o sin registro sanitario que se venden a precios muy por debajo del mercado y sin solicitar receta médica.
Esta alerta surge tras una serie de operativos de control sanitario realizados por la Cofepris, donde se descubrió la comercialización ilegal de productos que podrían poner en peligro la vida de quienes los consumen.
Medicamentos falsificados detectados por Cofepris
La lista difundida por la Cofepris el 3 de octubre de 2025 incluye doce medicamentos de alto riesgo. Entre ellos, destacan tratamientos oncológicos, antivirales y biológicos utilizados para enfermedades graves.
- ONCASPAR 750 U/mL (Pegaspargase): Presentación no autorizada con etiquetado en idioma extranjero.
- Epclusa (Sofosbuvir/Velpatasvir): Lotes con irregularidades y falsificaciones.
- Encicarb (Carboximaltosa férrica): Sin registro sanitario.
- Aclasta (Ácido zoledrónico): Comercialización con etiquetado turco.
- Arasamila (Rituximab): Producto falsificado sin principio activo.
- Sutinat (Sunitinib malate): No cuenta con registro sanitario.
- Polivy (Polatuzumab vedotina): Etiquetado en inglés.
- Survanta (Beractant): Registro sanitario revocado.
- Yervoy (Ipilimumab): Producto falsificado con empaque irregular.
- Opdivo (Nivolumab): Venta fuera de canales oficiales.
- Xtandi (Enzalutamida): Comercialización irregular.
- Dupixent (Dupilumab): Manipulación física del producto.
Cada uno de estos medicamentos falsificados pone en riesgo la salud de los pacientes, ya que pueden contener ingredientes incorrectos, dosis inadecuadas o simplemente no tener el principio activo que prometen.
El riesgo oculto tras los precios bajos
Uno de los principales factores que atraen a los consumidores hacia estas compras es el precio. Los medicamentos falsificados suelen ofrecerse hasta un 70% más baratos que en farmacias autorizadas. Pero ese “ahorro” puede salir muy caro.
Los productos adulterados pueden provocar desde efectos adversos leves hasta intoxicaciones graves, fallas orgánicas o incluso la muerte. Además, al no estar regulados, no hay forma de garantizar su composición ni sus condiciones de almacenamiento.
Recomendaciones de Cofepris para evitar riesgos
Ante esta situación, la Cofepris pidió a la población mexicana evitar la compra de medicamentos a través de internet, plataformas digitales o aplicaciones móviles. La institución emitió las siguientes recomendaciones:
- No adquirir medicamentos que requieran receta médica por canales no oficiales.
- Desconfiar de los productos con precios sospechosamente bajos o etiquetados en otro idioma.
- Verificar siempre que el medicamento cuente con registro sanitario.
- Suspender el uso inmediato de los productos mencionados en la lista oficial.
- Reportar cualquier venta irregular o reacción adversa en el portal denuncia sanitaria o mediante el correo farmacovigilancia@cofepris.gob.mx.
Una advertencia para consumidores y plataformas
Esta no es la primera vez que Cofepris lanza una alerta sobre la venta ilegal de medicamentos. En años anteriores, el organismo ha detectado redes internacionales dedicadas a falsificar fármacos y distribuirlos en América Latina a través de tiendas en línea.
La expansión del comercio electrónico ha generado nuevos desafíos para las autoridades sanitarias, que ahora enfrentan la tarea de monitorear miles de anuncios y perfiles que cambian constantemente de nombre o ubicación.
Salud y seguridad: responsabilidad compartida
La Cofepris recordó que tanto las empresas tecnológicas como los consumidores tienen una responsabilidad directa en esta problemática. Las plataformas deben reforzar sus filtros de seguridad, y los usuarios deben comprar únicamente en sitios verificados, preferentemente en farmacias con presencia física y autorización oficial.
Cada clic de compra implica una decisión sobre la salud. Y cuando se trata de medicamentos, no hay lugar para el riesgo.


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