Magisterio disidente intensifica protestas en la Ciudad de México, con el aeropuerto en la mira. Gobierno federal reitera: no habrá negociación bajo bloqueo
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha intensificado sus acciones de protesta este viernes 23 de mayo, amenazando con afectar las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y manteniendo una concentración en el Zócalo capitalino.
Ante esta escalada, la presidenta Claudia Sheinbaum ha hecho un llamado a «no caer en provocaciones» y ha reiterado que el diálogo con el magisterio disidente está condicionado al cese de los bloqueos.
La Ciudad de México vive una jornada de tensión política y social debido a la intensificación de las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). El magisterio disidente, con un pliego petitorio histórico, ha decidido elevar la presión sobre el gobierno federal, centrando sus acciones en puntos neurálgicos de la capital.
Amenazas al AICM y movilizaciones clave
Desde tempranas horas, la CNTE advirtió sobre posibles afectaciones y bloqueos en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), una de las infraestructuras más críticas del país. Esta amenaza llevó al propio aeropuerto a emitir alertas a los usuarios, recomendando tomar precauciones y adelantar su llegada para evitar contratiempos. Grupos de maestros comenzaron a congregarse en los accesos al AICM, generando preocupación por la operatividad de las terminales.
Paralelamente, la CNTE convocó a una concentración masiva en el Palacio Nacional, en pleno Zócalo capitalino, programada para las 12:00 PM de este viernes. Estas acciones se suman a los bloqueos intermitentes que han realizado en días previos en importantes arterias viales como Insurgentes Norte y Eje 1 Norte.
Las demandas centrales del magisterio disidente incluyen la abrogación total de la Ley del ISSSTE de 2007 y de la Reforma Educativa (la que ellos denominan «mal llamada Reforma Educativa»), un aumento salarial del 100% directo al sueldo base, la reinstalación de todos los profesores cesados y un mayor presupuesto para la educación pública.
«No vamos a caer en provocaciones.» – Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, sobre la llegada de la CNTE al AICM
Postura firme del gobierno federal
La respuesta del gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha sido de firmeza, pero con un llamado a evitar la confrontación. Alrededor de las 10:07 AM, tras el arribo de contingentes de la CNTE al AICM, Sheinbaum declaró: «No vamos a caer en provocaciones».
Previamente, cerca de las 9:30 AM, se había informado que la presidenta descartaba el diálogo con la CNTE si persistían los bloqueos y las afectaciones a terceros. Esta postura fue reforzada por la Secretaría de Gobernación (SEGOB), que puso en duda la viabilidad de una reunión entre la mandataria y los líderes magisteriales mientras continuaran las tácticas de presión que impactan a la ciudadanía.
Impacto en la ciudad y desafíos de gestión
Las movilizaciones de la CNTE ya han tenido un impacto tangible en la movilidad de la Ciudad de México. Se reportó el cierre preventivo o por afectación de al menos cuatro estaciones del Metro, y se advirtió sobre posibles complicaciones en vialidades como Circuito Interior y Eje 1 Norte, rutas clave para el acceso al AICM.
La estrategia de la CNTE de focalizar sus protestas en infraestructuras críticas como el AICM busca ejercer la máxima presión posible. Esta táctica, aunque genera un amplio rechazo ciudadano por las molestias ocasionadas, es vista por el magisterio disidente como una herramienta necesaria para visibilizar sus demandas históricas y forzar al gobierno a la mesa de negociación en sus términos.
Para la administración de Sheinbaum, este conflicto representa un desafío recurrente. La gestión de estas protestas implica un delicado equilibrio entre garantizar el derecho a la manifestación y proteger los derechos de la ciudadanía a la libre circulación y al acceso a servicios esenciales. La imagen del gobierno puede verse erosionada tanto por una respuesta que sea percibida como represiva, como por una aparente incapacidad para contener las disrupciones.
Este pulso entre la CNTE y el gobierno federal evidencia, una vez más, la persistencia de problemas estructurales no resueltos en el sector educativo y laboral del magisterio mexicano, y la dificultad de algunos grupos para canalizar sus demandas a través de vías institucionales que consideren efectivas.


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