La política mexicana se enfrenta a cambios críticos. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el gobierno de Claudia Sheinbaum debe ajustar sus estrategias para afrontar una renegociación del T-MEC y tensiones internas en su equipo. Este desafío va más allá de lo comercial: involucra un reajuste de las reformas estructurales promovidas por Andrés Manuel López Obrador, especialmente en temas de justicia y organismos autónomos.
Los nuevos obstáculos en la agenda de la 4T
El próximo año no será fácil para la administración de Claudia Sheinbaum. Trump ha dejado claro que no busca solo revisar, sino renegociar el T-MEC. En esta nueva dinámica, los objetivos de Trump chocan con políticas implementadas por la Cuarta Transformación, como la reforma judicial y la desaparición de organismos autónomos. Trump pretende proteger los intereses económicos de Estados Unidos con un enfoque proteccionista que incluye restricciones al comercio y aranceles.
Con el endurecimiento de las políticas estadounidenses, la prioridad de Sheinbaum es establecer una relación sólida con Trump y evitar represalias comerciales, especialmente aquellas relacionadas con el maíz transgénico y otros temas que afectan a la economía y el comercio.
Las tensiones internas de Morena: Monreal, Adán y Ebrard
En su camino hacia una administración más estable, Sheinbaum enfrenta desafíos en su propio equipo de gobierno. Las “corcholatas” que disputaron la candidatura presidencial —Ricardo Monreal, Adán Augusto López, y Gerardo Fernández Noroña— siguen manejando agendas propias que podrían desestabilizar su proyecto. Monreal y López, con el respaldo de Alejandro Esquer, mantienen su influencia en posiciones estratégicas del Senado y la Cámara de Diputados, con una agenda que no siempre está alineada con Sheinbaum.
Estas divisiones son especialmente delicadas ahora que se avecina la renegociación del T-MEC y que se están preparando para aprobar la desaparición de los siete organismos autónomos clave, como el Inai, Cofece y el IFT. Cada uno de estos líderes sigue sus propios intereses y contactos, lo que obliga a Sheinbaum a equilibrar el poder interno mientras enfrenta la presión internacional de la administración de Trump.
Robert Lighthizer y el riesgo de aranceles al comercio
La llegada de Trump trae consigo a un viejo conocido de la diplomacia comercial: Robert Lighthizer. Conocido por su postura firme y hábil en la imposición de aranceles, Lighthizer representa un desafío para México. La administración de Sheinbaum se prepara para una posible ola de aranceles por supuestas violaciones al T-MEC, comenzando con la prohibición de importación de maíz transgénico.
Para enfrentar este embate, Sheinbaum ha comenzado a conformar un equipo de alto nivel. Juan Ramón de la Fuente y Lázaro Cárdenas Batel ya buscan incluir a Jesús Seade, quien lideró la negociación del T-MEC en 2019 y mantiene buenas relaciones en Washington. Con Seade como intermediario y experto, la administración espera encontrar el equilibrio en la relación comercial y política con Trump.
¿Cuáles reformas podrían verse afectadas?
Desde su creación, la administración de la Cuarta Transformación ha impulsado reformas para centralizar el poder y redefinir las instituciones autónomas. Sin embargo, con el regreso de Trump, estas reformas están bajo revisión. La desaparición de organismos como el IFT y Cofece afecta directamente los términos del T-MEC, ya que el tratado establece la autonomía de estos organismos.
El endurecimiento de la relación con Estados Unidos podría significar el replanteamiento de estas reformas, pues la presión de la administración Trump podría limitar la capacidad del gobierno para avanzar en la extinción de ciertos órganos y llevar a cambios en la política energética. Si bien Morena controla el Congreso y podría impulsar estas reformas, la realidad comercial y las posibles sanciones podrían obligar a replantear la agenda.
Camino hacia una estrategia institucional
La administración de Claudia Sheinbaum está en una encrucijada: avanzar con su agenda nacionalista o buscar un equilibrio con el gobierno de Trump para evitar sanciones y aranceles. La prioridad de Sheinbaum es evitar una crisis económica, y para ello, sus asesores le han sugerido construir una estrategia más institucional y diplomática, para asegurar un equilibrio entre los objetivos de la 4T y las expectativas comerciales internacionales.
El equipo de negociadores, encabezado potencialmente por Seade y coordinado por Lázaro Cárdenas Batel, promete ofrecer una visión que concilie los intereses nacionales con los de Estados Unidos, siempre con el enfoque en proteger la economía mexicana y mantener el flujo de exportaciones.
Un futuro complejo y retador
La política exterior de México está entrando en una etapa de pruebas. El regreso de Trump y las tensiones internas de Morena obligarán a Sheinbaum a encontrar un balance entre la implementación de las reformas de la Cuarta Transformación y la necesidad de una relación comercial sólida con Estados Unidos. Con actores clave como Monreal y Adán Augusto en posiciones estratégicas y Trump buscando presionar a México en temas comerciales, el reto para Sheinbaum será mantener el rumbo sin sacrificar la estabilidad económica del país.
La cuestión central será cómo su administración logrará manejar estas tensiones y presiones sin perder el apoyo de la base de Morena ni de los actores empresariales, especialmente en los sectores agrícola y tecnológico. Sin duda, esta relación redefinirá la política mexicana en los años por venir y será un factor crucial en el desarrollo de las relaciones comerciales y políticas entre ambos países.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil
TE PODRÍA INTERESAR