El cáncer cérvico uterino es el segundo más común entre mujeres en México y uno de los más curables si se detecta a tiempo. El IMSS ha reducido los tiempos para confirmar el diagnóstico a un promedio de 30 días e iniciar tratamiento en menos de 21 días.
La prevención incluye estudios de Papanicolau para mujeres mayores de 25 años o que iniciaron su vida sexual, así como la aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en niñas y adolescentes de 9 a 14 años.
Recientemente, esta vacunación también se ha extendido a niños de este grupo poblacional, considerados vectores del virus.
Tratamiento y atención especializada
El IMSS ofrece quimioterapia, radioterapia y braquiterapia a mujeres diagnosticadas con cáncer localmente avanzado, con el objetivo de evitar que el padecimiento se disemine a otros órganos.
Las unidades médicas cuentan con personal capacitado, insumos y medicamentos necesarios para brindar atención integral, siguiendo las directrices del director general, Zoé Robledo.
Se recomienda a las mujeres acudir al menos una vez al año a revisión médica y estudios de tamizaje para detectar anomalías de manera oportuna.
Impacto en México y América Latina
En América Latina, el cáncer cérvico uterino es la tercera neoplasia más común en mujeres, con más de 63 mil casos anuales. En México, afecta principalmente a mujeres de 50 a 57 años y ocupa el segundo lugar como cáncer más frecuente, con 10 mil 348 casos nuevos en 2022.
Durante 2024, el IMSS otorgó más de 400 mil consultas relacionadas con este padecimiento y en el primer semestre de 2025 se realizaron más de 260 mil atenciones enfocadas en detección temprana.
La información y educación sobre la enfermedad son clave para que las derechohabientes pierdan el miedo a los estudios de tamizaje y busquen atención a tiempo.


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