A 11 años de Ayotzinapa, la lucha sigue viva
Han pasado once años desde la noche que marcó a México: el 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecieron en Iguala, Guerrero. Desde entonces, madres y padres de familia han caminado cada año entre la esperanza y el dolor, buscando justicia y enfrentando gobiernos que han prometido respuestas, pero han entregado silencio.
Este jueves, como parte de su plan de acción rumbo al aniversario, contingentes de padres y normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) iniciaron protestas en Chilpancingo con la toma pacífica de dos radiodifusoras. Desde ahí, llevaron su voz al aire, recordando que el caso no se olvida y que las heridas siguen abiertas.
Protestas en Guerrero: casetas, radios y mítines
Tras la toma de las emisoras Locura FM y Radio Universidad Pueblo, los padres y estudiantes se trasladaron a la caseta de cobro de Palo Blanco, en la Autopista del Sol. Durante dos horas liberaron el paso a automovilistas, repartieron volantes y realizaron un mitin de protesta.
La acción fue pacífica, pero contundente: recordaron que seguirán bloqueando, tomando espacios públicos y levantando la voz hasta que el paradero de sus hijos sea esclarecido. Melitón Ortega, vocero de los padres, afirmó que estas movilizaciones son apenas el inicio de una jornada que se extenderá hasta el 26 de septiembre.
Las exigencias pendientes en el caso Ayotzinapa
Los padres de los 43 recordaron que aún quedan múltiples líneas de investigación sin atender. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ha señalado la necesidad de investigar documentos en manos del Ejército Mexicano, los registros de los normalistas detenidos en barandilla la noche de la desaparición y el análisis de teléfonos celulares que estuvieron activos días después de los hechos.
También exigieron la extradición de Tomás Zerón, actualmente en Israel, acusado de manipular pruebas, y de Ulises Bernabé, juez de Iguala señalado por entregar a estudiantes a grupos delictivos. Además, insistieron en que la investigación debe alcanzar a autoridades locales como el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y el ex fiscal Iñaki Blanco.
Críticas a López Obrador y Claudia Sheinbaum
Las familias también señalaron directamente a los presidentes. Del gobierno de Enrique Peña Nieto denunciaron engaños y simulaciones. Sobre Andrés Manuel López Obrador, reconocieron avances iniciales, pero señalaron que al llegar a las investigaciones contra el Ejército, todo se estancó.
En el caso de Claudia Sheinbaum, presidenta en funciones, acusaron indiferencia pese a cinco reuniones sostenidas. Para los padres, el expediente permanece detenido, sin voluntad política para destrabarlo, lo que aumenta el sentimiento de traición y abandono.
Jornadas de movilización rumbo al 26 de septiembre
El plan de acción continuará este viernes en la Normal de Ayotzinapa con una conferencia magistral. Para el sábado 20 se prevé un acto político-cultural en Tixtla y el domingo 21 en Chilpancingo. Las movilizaciones seguirán en Guerrero hasta el 23 de septiembre y después se trasladarán a la Ciudad de México los días 24, 25 y 26, donde culminarán con protestas y actos conmemorativos en el Zócalo capitalino.
Cada fecha es un recordatorio de que la lucha no descansa y que, pese a los años, el movimiento por los 43 sigue siendo una herida abierta en la memoria colectiva del país.
Once años de resistencia y dignidad
“Hemos caminado once años cuesta arriba con el desprecio de autoridades que se niegan a avanzar”, dijo uno de los padres en medio del mitin. La frase resume el sentimiento de familias que han pasado más de una década entre marchas, reuniones con presidentes y puertas cerradas.
El caso Ayotzinapa no solo es una herida para Guerrero, sino un símbolo nacional de la deuda de justicia y verdad en México. A once años, la exigencia sigue siendo la misma: presentar con vida a los 43 y castigar a los responsables.


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