Cirugías estéticas en riesgo: la cara oculta de un negocio mortal en Nuevo León
La belleza tiene un precio, y en Nuevo León, ese costo puede ser la vida misma. Lo que inició como una tendencia aspiracional para transformar cuerpos y rostros se ha convertido en un problema de salud pública.
El caso de Jaqueline Yamileth Briones Torres, una joven de 25 años que perdió la vida durante una liposucción en Monterrey, destapó un secreto incómodo: la mitad de las cirugías estéticas en el estado se realizan por médicos sin certificación ni especialidad.
El negocio clandestino de la estética
De acuerdo con el Colegio de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva de Nuevo León (CCPERNL), cinco de cada diez procedimientos son ejecutados en seudoclínicas, casas adaptadas o incluso consultorios improvisados.
El presidente del organismo, Jorge Alfredo Reyna Flores, alerta que algunos de estos procedimientos son realizados por médicos generales, enfermeros e incluso personas sin formación en medicina. El problema no es menor: en los últimos cuatro años se han confirmado al menos cinco muertes en la entidad por cirugías estéticas irregulares.
Los procedimientos más demandados y riesgosos
El atractivo de transformar el cuerpo empuja a miles de pacientes a someterse a procedimientos riesgosos:
- Liposucción, la cirugía más solicitada en todos los grupos de edad.
- Aumento de busto, con alta demanda entre mujeres jóvenes.
- Rinoplastia y rejuvenecimiento facial, que requieren anestesia general.
Estos procedimientos, cuando son mal ejecutados, pueden derivar en hemorragias, lesiones de órganos, embolias pulmonares e infecciones que ponen en riesgo la vida.
Historias que terminan en tragedia
La autopsia de Jaqueline reveló una perforación en hígado y pulmón durante su liposucción. El médico que la operó, identificado como Sergio “N”, no estaba certificado y hoy se encuentra prófugo.
Su caso no es aislado: en lo que va del 2025 se han documentado 20 muertes en Nuevo León, Chiapas y Tamaulipas por cirugías estéticas realizadas en instalaciones no reguladas.
¿Por qué crece el problema?
El fenómeno tiene varias explicaciones:
- Presión social y mediática: la cultura de la imagen impulsa a miles de personas a buscar cirugías rápidas y baratas.
- Costo elevado en hospitales certificados: una cirugía legal puede costar hasta 10 veces más que en una clínica clandestina.
- Escuelas “patito”: diplomados y cursos de medicina estética proliferan, generando médicos que se ostentan como cirujanos plásticos sin serlo.
- Clínicas irregulares: muchos rentan quirófanos o improvisan instalaciones sin cumplir con las normas de la Secretaría de Salud.
La voz de los especialistas
“En un quirófano se requieren máquinas de anestesia modernas y personal entrenado. Eso cuesta más, pero brinda seguridad al paciente”, explica Reyna Flores.
El especialista compara: mientras un cirujano plástico tarda 14 años en formarse, un médico estético puede tomar un curso de un año y empezar a operar.
Por cada cirujano certificado, existen 20 médicos irregulares que ofrecen procedimientos peligrosos.
Las cifras de la autoridad sanitaria
- En Nuevo León hay 118 establecimientos dedicados a cirugía estética y 586 que ofrecen medicina estética y SPA.
- En 2025, la Secretaría de Salud ha realizado 84 visitas, con solo tres clausuras.
- En 2024, se efectuaron 250 visitas y 47 clausuras.
Las cifras reflejan un esfuerzo limitado frente a un problema que crece más rápido de lo que se regula.
Un llamado urgente a la regulación
El subsecretario de Regulación Sanitaria, Reynaldo Cantú Shay, reconoce que muchos falsos médicos buscan la clandestinidad, operan en espacios rentados y evaden los filtros que exige la Comisión Nacional de Certificación (Conacem).
El CCPERNL ha solicitado al Congreso Local reformar la Ley Estatal de Salud para tipificar como delito la usurpación de funciones médicas y quirúrgicas, lo que permitiría castigar con cárcel a quienes arriesgan vidas en nombre de la estética.


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