La violencia en las calles y en espacios públicos sigue siendo un problema grave, pero cuando se trata de figuras públicas involucradas en agresiones, la atención se amplifica aún más. Esto sucedió el pasado 20 de diciembre en Oaxaca, cuando se hizo viral un video en el que la saxofonista María Elena Ríos y su hermana, Silvia, aparecen agrediendo a una mujer identificada como Andrea Montserrat en el hospital Reforma de la ciudad.
El caso ha tomado relevancia no solo por el video viral, sino también por la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, en la que Andrea, visiblemente afectada, asegura que temía por su vida y que fue víctima de un ataque verbal y físico sin provocación.
El conflicto en el hospital: el inicio de la agresión
De acuerdo con el testimonio de Andrea Montserrat, las hermanas Ríos la acusaron de tener una relación sentimental con el abogado de Juan Antonio Vera Carrizal, un individuo involucrado en el ataque con ácido que sufrió María Elena en 2019. Según Andrea, el hecho de ser acusada sin pruebas y ser perseguida por ellas la llevó a un estado de estrés y vulnerabilidad.
El conflicto escaló cuando Silvia Ríos intentó tropezar a Andrea al ponerle el pie mientras caminaba. La situación empeoró cuando las hermanas comenzaron a grabar a Andrea con su teléfono móvil, lo que según la víctima, fue una forma de acoso. En un intento por defenderse, Andrea trató de evitar que la grabaran y empujó el dispositivo móvil, lo que desató una agresión física por parte de las dos mujeres.
“Me comenzaron a jalar el cabello, y en el video no se ve que me humillaron, que me golpearon. Cuando me tiraron al suelo, me dejaron sin ropa interior y me hicieron daño. Yo no hice nada para merecerlo”, afirmó Andrea en una conferencia de prensa posterior a la agresión.
Temor por su vida: Andrea Montserrat denuncia amenazas
Lo que sigue en este caso no es solo la denuncia de agresión física, sino también las amenazas de muerte que Andrea asegura haber recibido. La mujer, en un estado de angustia, declaró que durante el ataque, María Elena gritaba: “¡Mátenla, mátenla!”, lo que, según ella, indicaba que las hermanas Ríos querían terminar con su vida.
Andrea también denunció que el video, que se convirtió en evidencia clave en este caso, fue filtrado por el propio hospital. Esto ha sido un punto de conflicto, ya que las imágenes, según Andrea, no muestran toda la verdad de lo ocurrido, y hay otras pruebas que podrían respaldar su versión de los hechos.
¿Quién es la agresora? María Elena Ríos y su versión de los hechos
María Elena Ríos, conocida activista y saxofonista, no ha quedado ajena al centro de la polémica. En un video grabado la noche antes de la agresión, la diputada suplente de Morena acusó a Andrea de estar involucrada en una estrategia para intimidarla, señalando que mujeres asociadas con Juan Antonio Vera Carrizal a menudo la acosaban.
En su versión, María Elena aseguró que no había agredido físicamente a Andrea y que, de hecho, fue ella quien defendió a su hermana. Además, negó las acusaciones de que hubiera amenazado de muerte a Andrea, aunque en el video se puede ver que la situación entre ellas escaló rápidamente.
El contexto de la violencia y las implicaciones sociales
El caso de Andrea Montserrat y las hermanas Ríos no solo resalta un incidente aislado, sino que pone en evidencia las complejas dinámicas de poder que existen en la sociedad. María Elena, por su parte, ha sido víctima de violencia en el pasado, lo que ha generado una simpatía pública hacia su causa. Sin embargo, este incidente muestra que la violencia, independientemente de quién la ejerza, es inaceptable.
Este tipo de situaciones refuerza la importancia de que las víctimas de violencia se sientan apoyadas y respaldadas por las autoridades, algo que Andrea ha expresado en su denuncia. “Nadie me apoya, ni el gobierno ni las instituciones. Yo temo por mi vida”, dijo en una de sus intervenciones.
¿Qué sigue en el proceso legal?
El caso de Andrea Montserrat sigue abierto, y la Fiscalía General de Oaxaca está en proceso de investigación. Aún no se sabe si María Elena Ríos enfrentará cargos por agresión, pero las evidencias presentadas por Andrea parecen ser lo suficientemente sólidas como para continuar con el proceso.
Conclusión: un llamado a la justicia
Este caso no solo es un recordatorio de la violencia que las mujeres enfrentan, sino también de la importancia de que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones. Andrea Montserrat, al igual que muchas otras víctimas de violencia, necesita justicia, y el sistema judicial de Oaxaca tiene la oportunidad de demostrar que no importa quién seas, la ley debe prevalecer.
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