La Ciudad de México fue escenario de una protesta que puso en el centro de atención la lucha de las mujeres trans por justicia y reparación. Encabezada por Natalia Lane, reconocida activista y defensora de derechos humanos, la manifestación frente al Poder Judicial de la CDMX visibilizó la impunidad que enfrenta su caso, así como las barreras estructurales que afectan a las mujeres trans en procesos judiciales.
A tres años del intento de transfeminicidio que sufrió, la liberación de su agresor desató indignación no solo en Lane, sino también en quienes acompañaron su lucha, con exigencias claras: justicia, reparación de daños y una reforma integral al sistema judicial.
El transfeminicidio de Natalia Lane: un caso emblemático
El 16 de enero de 2022, Natalia Lane fue víctima de un intento de transfeminicidio en un hotel de la colonia Portales. Su atacante, identificado como Alejandro “N”, la apuñaló en la nuca y la cara, además de herir a dos empleados del lugar. Aunque inicialmente fue detenido y vinculado a proceso, en junio de 2024 se le otorgó un cambio en su medida cautelar, permitiéndole abandonar la prisión preventiva.
Este hecho, que coincidió con la discusión de la Ley Paola Buenrostro en el Congreso de la CDMX, marcó un punto de inflexión en la lucha por el reconocimiento y la tipificación del transfeminicidio como delito.
La protesta frente al Poder Judicial: un llamado urgente
El pasado jueves, Natalia Lane, acompañada de activistas trans, se manifestó frente al Poder Judicial de la Ciudad de México. Durante la protesta, los manifestantes rompieron vidrios y realizaron pintas en la fachada del recinto, como un acto de desesperación ante la falta de respuesta de las autoridades.
“No nos dieron paz, quisimos ser pacientes, pero el tiempo del Estado no es el tiempo de las trans”, afirmó Lane, en un discurso que resumió la frustración acumulada por años de impunidad.
La respuesta de la Fiscalía y los retos pendientes
Previo a la manifestación, Lane fue atendida por la Fiscal General de la CDMX, Bertha Alcalde Luján, quien reconoció las limitaciones de la institución para evitar la liberación de su agresor. No obstante, se comprometió a establecer contacto con el Poder Judicial para contextualizar la gravedad del caso y los riesgos que enfrenta la activista.
Aunque estas acciones representan un avance, Lane y las mujeres trans exigen cambios estructurales en el sistema de justicia, incluyendo la formación de jueces y fiscales con perspectiva de género y diversidad.
La Ley Paola Buenrostro: esperanza en la lucha
La entrada en vigor de la Ley Paola Buenrostro en agosto de 2024 representa un logro importante para la comunidad trans en México. Esta reforma, que tipifica el transfeminicidio como delito, establece penas más severas y busca garantizar justicia para las víctimas.
Sin embargo, casos como el de Natalia Lane evidencian que la implementación de la ley aún enfrenta retos significativos, desde la falta de capacitación de los funcionarios hasta la ausencia de mecanismos efectivos de reparación del daño.
La importancia de visibilizar la lucha trans
El caso de Natalia Lane trasciende lo individual y refleja una problemática más amplia: la violencia sistemática que enfrentan las mujeres trans en México. Según organizaciones de derechos humanos, la mayoría de los casos de transfeminicidio quedan impunes, perpetuando un ciclo de violencia y exclusión.
La protesta frente al Poder Judicial de la CDMX es un recordatorio de que la justicia no puede esperar, especialmente para las comunidades más vulnerables.
Justicia y reparación en vida
La lucha de Natalia Lane simboliza la resistencia de las mujeres trans frente a un sistema que las ha invisibilizado históricamente. Más allá de la protesta, su llamado es claro: las mujeres trans merecen justicia y reparación en vida, no solo discursos.
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