Como cada 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer pone el foco sobre un problema global. Y es que en México, el panorama es alarmante: siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia. Este dato, extraído de uno de los más recientes estudios del INEGI, evidencia la urgencia de transformar las estructuras sociales, jurídicas y culturales que perpetúan estas agresiones.
Mujeres privadas de la libertad: víctimas de violencia institucional
El INEGI, a través de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), detalla las condiciones que enfrentan las mujeres en prisión.
- Violencia psicológica: El 64.5% sufrió violencia emocional tras su detención.
- Violencia física: Un 48.6% reportó agresiones físicas por parte de autoridades.
- Violencia sexual: El 15.5% fue acosada o agredida sexualmente, mientras que el 4.8% fue víctima de violación, cifras mucho más altas que las de los hombres.
Cabe destacar que las políticas penitenciarias siguen diseñadas bajo una perspectiva masculina, ignorando las necesidades de género de las mujeres encarceladas.
Violencia contra mujeres adultas mayores: invisibilizadas en sus hogares
Otro dato que alarma es que las mujeres mayores de 60 años enfrentan formas de abuso, mismas que a menudo quedan ocultas en la dinámica familiar. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021):
- 14.6% de las mujeres adultas mayores sufrió violencia en los últimos 12 meses.
- Principales tipos de violencia:
- Psicológica (13.0%)
- Económica (4.7%)
- Física (1.5%)
- Sexual (0.5%)
La discriminación y el aislamiento se suman a este cuadro, exacerbando la vulnerabilidad de este sector.
Mujeres con discapacidad: la doble vulnerabilidad
La ENDIREH 2021 señala que las mujeres con discapacidad enfrentan mayores índices de violencia que aquellas sin limitaciones físicas:
- 75.1% de las mujeres con limitación reportaron algún tipo de violencia en su vida.
- Violencia psicológica: La prevalencia alcanza el 32.9%, seis puntos porcentuales más que en mujeres sin discapacidad.
- Violencia sexual: Cifras alarmantes de 23.8% para mujeres con limitaciones.
Además, la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022) evidencia que el 33.4% de las mujeres con discapacidad fue discriminada en el último año, en muchos casos por razones de género.
Violencia obstétrica: una deuda del sistema de salud
Durante el parto o la cesárea, un 31.4% de las mujeres mexicanas experimentaron violencia obstétrica.
- Actos más comunes:
- Gritos y regaños (11.0%)
- Presión para aceptar métodos anticonceptivos (9.7%)
- Ignorarlas durante preguntas sobre su bebé (9.0%)
El problema se intensifica en hospitales públicos, donde la prevalencia es del 37.9%, comparada con el 15.1% en hospitales privados.
Acciones urgentes para un cambio estructural
- Políticas públicas con enfoque de género: Urge transformar las leyes y programas para atender a los sectores más vulnerables, como las mujeres en prisión o con discapacidad.
- Educación en derechos humanos: Fomentar el respeto y la igualdad desde las escuelas y las familias.
- Fortalecer la atención en salud: Garantizar un trato digno y humano en los servicios obstétricos y de atención a mujeres adultas mayores.
Un desafío colectivo
Las cifras del INEGI subrayan la necesidad de una respuesta contundente y multidimensional. Desde el hogar hasta las instituciones públicas, cada actor de la sociedad tiene un rol esencial en la erradicación de la violencia contra las mujeres. Este 25 de noviembre, la reflexión debe convertirse en acción.
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