El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó que su departamento asumirá la administración de Union Station, el principal centro de transporte en Washington. La decisión desplaza a Amtrak de esa responsabilidad, en una clara muestra de cómo la Casa Blanca busca ampliar su control en la capital.
Union Station, ubicada a pocos metros del Capitolio, ha sido descrita por Duffy como un espacio “en abandono” que debería representar un motivo de orgullo para los habitantes de la ciudad. Con esta medida, aseguró que se pretende transformar la terminal en un lugar seguro y atractivo para residentes y visitantes.
El anuncio se realizó antes de la presentación del NextGen Acela, el nuevo tren de alta velocidad de Amtrak, con la presencia del presidente de la compañía, Roger Harris. La administración federal prometió que la estación se convertirá en un centro de tránsito de clase mundial.
Trump despliega tropas y promete embellecer la capital
Desde principios de mes, miles de elementos de la Guardia Nacional y fuerzas federales de seguridad han sido desplegados en Washington. La presencia militar es más visible en Union Station, donde las patrullas se han convertido en parte del paisaje cotidiano.
El presidente Donald Trump ha insistido en que la ciudad enfrenta una crisis de violencia, aunque los datos del departamento de policía local muestran que los delitos han disminuido en los últimos años. Aun así, el mandatario pidió al Congreso un presupuesto de 2 mil millones de dólares para embellecer la capital y reforzar la seguridad.
Durante una visita reciente, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth fueron abucheados por opositores a la intervención federal. A pesar de las críticas, la Casa Blanca sostiene que el control de Union Station es un paso clave para recuperar la confianza en Washington y fortalecer su imagen como símbolo del país.


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