El expresidente estadounidense Donald Trump volvió a colocarse en el centro del debate internacional tras declarar que “merece” el Premio Nobel de la Paz 2025, al asegurar que durante su gestión “terminó con siete guerras”.
En un discurso frente a líderes militares en la Base del Cuerpo de Marines Quántico, en Virginia, Trump afirmó que sus acciones deberían ser reconocidas por la comunidad internacional. “¿Recibirás el Premio Nobel? Absolutamente no. Se lo darán a alguien que no hizo nada”, ironizó el republicano, quien busca volver a la Casa Blanca en las próximas elecciones.
Trump y su obsesión con el Nobel de la Paz
Desde su primer mandato, el magnate ha buscado el foco mediático del Nobel, asegurando que su papel en los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes en 2020, lo convierten en un candidato legítimo.
Ha sido nominado varias veces por legisladores y políticos extranjeros, incluyendo a la congresista republicana Claudia Tenney, aunque algunas nominaciones recientes —como las de Benjamin Netanyahu y el gobierno de Pakistán— fueron enviadas después del plazo oficial del 1 de febrero de 2025.
Aun así, no está confirmado si su nombre figura entre los analizados por el Comité Noruego del Nobel, integrado por cinco miembros designados por el Parlamento de Noruega, quienes deliberan a puerta cerrada.
Críticas a su papel como “pacificador”
Historiadores y analistas han puesto en duda los méritos de Trump como promotor de la paz. Theo Zenou, investigador de la Henry Jackson Society, señaló que muchos de sus acuerdos “solo detuvieron los combates temporalmente, sin abordar las causas profundas de los conflictos”.
Zenou también subrayó que la postura de Trump frente al cambio climático contrasta con los valores del comité Nobel, que considera la crisis ambiental como uno de los mayores desafíos globales para la paz duradera.
Mientras Noruega se prepara para anunciar al ganador del Nobel de la Paz 2025, Trump continúa utilizando su influencia mediática para posicionarse como el líder que “más ha hecho por la paz” en la historia reciente de Estados Unidos.
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