La tensión nuclear entre Estados Unidos y Rusia volvió a escalar este viernes luego de que Donald Trump, expresidente y actual aspirante republicano, ordenara el despliegue de dos submarinos con capacidad atómica a zonas cercanas al territorio ruso. La medida fue una respuesta directa a las declaraciones provocadoras de Dmitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y exmandatario del país.
A través de su red social Truth Social, Trump escribió:
“En el contexto de las declaraciones en extremo provocadoras del ex presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, di la orden a dos submarinos atómicos que se trasladen a las regiones correspondientes, para el caso de que estas declaraciones irracionales e instigadoras resulten algo más que simples palabras.”
Aunque Trump no especificó qué parte del discurso ruso motivó su decisión, medios estadounidenses apuntan a una publicación sarcástica de Medvedev en la que sugería que el republicano debería ver más películas de “muertos vivientes” y no olvidar que Rusia posee un arma para el juicio final, capaz de aniquilar ciudades costeras estadounidenses incluso tras un eventual desarme nuclear.
Putin y Lukashenko responden en tono mesurado
La reacción desde Moscú fue más comedida. Vladimir Putin, presidente ruso, acompañado por su homólogo bielorruso Aleksandr Lukashenko, pidió calma y discreción en las negociaciones.
“Para resolver cualquier cuestión de forma pacífica, hay que sostener conversaciones de fondo, con calma y sin cámaras”, declaró tras visitar un monasterio en el norte de Rusia.
Lukashenko, sin embargo, fue más directo al referirse a Trump como “nuestro amigo común” y recomendó no imponer plazos ni presiones a una potencia nuclear:
“Eso solo provoca risa.”
El arma hipersónica rusa entra en escena
Putin también aprovechó para anunciar que antes de fin de año se instalará en Bielorrusia el primer sistema del nuevo misil hipersónico Oreshnik, que puede portar ojivas nucleares y que ya fue utilizado por primera vez en diciembre pasado contra la ciudad ucraniana de Dnipró. Según el Kremlin, su velocidad lo hace prácticamente imposible de interceptar, aunque se anunciaría su uso con antelación para evitar víctimas civiles.
Ucrania mantiene disposición al diálogo
Desde Kiev, el presidente Volodymir Zelensky respondió al discurso ruso con cautela, dejando la puerta abierta a una cumbre:
“Si las declaraciones desde Rusia son una señal de una verdadera intención de terminar la guerra y alcanzar una paz duradera, Ucrania confirma su disposición a participar en una reunión de líderes en cualquier momento.”
La situación diplomática y militar sigue siendo volátil, mientras el mundo observa con preocupación el cruce de declaraciones y movimientos estratégicos entre las dos principales potencias nucleares del planeta.


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