Desde Washington, el expresidente Donald Trump se mantiene activo en el proceso diplomático para lograr la paz entre Ucrania y Rusia, a pesar de los constantes obstáculos planteados por Vladimir Putin.
El objetivo de Trump es acordar un armisticio que ponga fin a la guerra, iniciada por la invasión rusa en febrero de 2022. Sin embargo, Moscú ha buscado intervenir en las condiciones de seguridad que Zelenski negocia con Estados Unidos y Europa, complicando el panorama.
Rusia exige condiciones de seguridad y participación
El canciller ruso Sergei Lavrov dejó claro que Rusia desea participar en las negociaciones sobre las garantías de seguridad para Ucrania, argumentando que no se puede discutir seriamente la defensa del país sin la presencia del Kremlin.
Esta exigencia fue rechazada por Ucrania y considerada con cautela por la Casa Blanca, que actúa como mediadora entre Zelenski y Putin.
Coordinación del Pentágono y la OTAN
En los últimos días, el Pentágono y la OTAN analizaron cómo garantizar la seguridad ucraniana tras un eventual armisticio. Según Elbridge Colby, subsecretario de Defensa de EE.UU., el soporte estadounidense incluirá logística, información de inteligencia y provisión de armamento, mientras que la defensa territorial recaerá principalmente en los países europeos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, liderará conversaciones con Alemania y Francia antes de iniciar negociaciones directas con el Kremlin, en las que Lavrov reiterará las demandas de Moscú.
Zelenski marca condiciones para la cumbre
El presidente Volodimir Zelenski ha señalado que sólo se reunirá con Putin una vez establecidas las condiciones militares que aseguren la soberanía de Ucrania, lo que podría postergar la cumbre hasta septiembre.
Trump ha propuesto un enfoque escalonado: primero un encuentro bilateral entre Zelenski y Putin, y posteriormente un cónclave trilateral para sellar el acuerdo de paz.
Intensificación militar de Rusia
Mientras se desarrollan las negociaciones, Rusia ha intensificado los ataques aéreos sobre Ucrania. La madrugada del jueves, Moscú lanzó 574 drones, misiles hipersónicos Kinzhal, misiles balísticos y más de 30 misiles de crucero, buscando consolidar su posición en futuras negociaciones.
Putin pretende anexar regiones como Donetsk y Luhansk, además de consolidar el control en Kherson y Zaporizhzhia, sumando miles de kilómetros a su territorio.


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