La guerra comercial digital entre Estados Unidos y Europa está escalando. El expresidente Donald Trump advirtió que aplicará nuevos aranceles y restricciones a exportaciones a países que impongan impuestos digitales o regulaciones consideradas discriminatorias contra empresas tecnológicas estadounidenses. Esta declaración reabre el debate sobre la soberanía fiscal y el poder de las grandes corporaciones tecnológicas globales.
Trump y la amenaza a los impuestos digitales
Trump no señaló países específicos, pero sus comentarios apuntan directamente a la Unión Europea, que ha implementado normas estrictas para regular a gigantes como Google, Apple y Meta.
En su publicación en Truth Social, Trump afirmó:
«Nos enfrentaremos a los países que atacan a nuestras increíbles empresas tecnológicas estadounidenses».
El objetivo es frenar lo que considera un trato injusto, especialmente frente a las empresas tecnológicas chinas, que según Trump, quedan exentas de estas regulaciones.
La postura de la Unión Europea
La UE, compuesta por 27 países, ha adoptado medidas drásticas con el fin de proteger a los consumidores y promover la competencia. Entre ellas destacan:
- Ley de Servicios Digitales (DSA): regula redes sociales y plataformas digitales.
- Ley de Mercados Digitales (DMA): previene monopolios tecnológicos y establece fuertes multas por incumplimiento.
Paula Pinho, portavoz de la Comisión Europea, respondió que es un derecho soberano de la UE regular su territorio. Por su parte, Thomas Regnier señaló que estas leyes no discriminan por país o nacionalidad, recordando casos recientes contra plataformas chinas como TikTok y AliExpress.
Implicaciones para países con impuestos digitales
Algunos países europeos, como Francia, Italia y España, y también Gran Bretaña, aplican impuestos a los servicios digitales. La amenaza de Trump implica:
- Aranceles adicionales a las exportaciones de países infractores.
- Restricciones a la exportación de tecnología y chips estadounidenses de alto valor.
Este enfrentamiento pone en evidencia la tensión entre la regulación fiscal soberana y el poder económico de empresas multinacionales.
Contexto histórico y precedente
Trump ya había mostrado rechazo a regulaciones digitales de la UE en negociaciones previas. En junio, presionó a Canadá para abandonar su plan de impuesto digital. Ahora, su estrategia apunta a crear un efecto disuasorio global, amenazando con medidas contundentes si no se eliminan lo que él considera “acciones discriminatorias”.
¿Qué significa esto para el futuro tecnológico y comercial?
Si se aplican estos aranceles, las consecuencias podrían incluir:
- Aumento de precios de exportación y productos digitales.
- Tensiones diplomáticas entre EE. UU. y la UE.
- Presión para reformar regulaciones digitales en países afectados.
La negociación entre Washington y Bruselas continúa, pero la advertencia de Trump deja claro que la política comercial digital será un campo de batalla clave en los próximos años.


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