Récord histórico de detenciones bajo Trump reaviva la crisis migratoria
Durante los primeros diez meses del segundo mandato de Donald Trump, Estados Unidos alcanzó el nivel más alto de detenciones de migrantes irregulares en toda su historia moderna. De acuerdo con el Instituto de Política Migratoria (MPI), la cifra creció de manera alarmante y amenaza con duplicarse en los próximos meses.
El informe del MPI advierte que este aumento se debe en parte a la nueva Ley Única de Presupuesto Integral, que destina 45 mil millones de dólares adicionales a la expansión del sistema de detención de inmigrantes durante los próximos tres años.
Un sistema de detención sin precedentes en el mundo
Estados Unidos ya contaba con el sistema de detención de inmigrantes más grande del planeta, pero bajo la administración de Trump se ha convertido en una maquinaria sin precedentes.
Cuando el expresidente republicano regresó a la Casa Blanca en enero de 2025, había 39 mil migrantes bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Ocho meses después, esa cifra se disparó hasta alcanzar un récord histórico de 61 mil personas. Las proyecciones apuntan a que la cifra podría llegar a 107 mil detenidos para enero de 2026.
El costo humano y económico de la política migratoria
El MPI subraya el alto costo que implica mantener a decenas de miles de migrantes en condiciones de encierro prolongado. En septiembre, los detenidos pasaban un promedio de 44 días en centros de detención, con un costo de 152 dólares diarios por persona.
Además de los costos económicos, los analistas advierten sobre el deterioro de los derechos humanos dentro de estos espacios, donde se reportan casos de hacinamiento, negligencia médica y abusos psicológicos.
Cárceles improvisadas y violaciones a derechos humanos
Para hacer frente al incremento en el número de detenciones, el gobierno estadounidense ha recurrido a medidas extraordinarias. Entre ellas, la utilización de instalaciones no convencionales como prisiones estatales abandonadas, estructuras tipo tienda de campaña y cárceles improvisadas en zonas rurales.
Algunas fuentes indican que incluso se han habilitado prisiones en territorio extranjero para contener el flujo de migrantes en tránsito. Organizaciones humanitarias denuncian que esta práctica podría violar acuerdos internacionales sobre el trato digno a los solicitantes de asilo.
La mayoría de los migrantes no tienen antecedentes penales
Pese a las declaraciones del gobierno de que la mayoría de los detenidos son “criminales”, las cifras contradicen esta narrativa. Casi tres cuartas partes de los migrantes detenidos no tienen antecedentes penales, y quienes sí los poseen enfrentan cargos menores, como infracciones de tránsito o faltas administrativas.
Esta revelación ha provocado una ola de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, líderes religiosos y algunos sectores del Congreso estadounidense, que acusan al gobierno de criminalizar la pobreza y la migración.
Trump y la retórica de la “seguridad nacional”
Donald Trump ha defendido su política de mano dura argumentando que la detención masiva es necesaria para “proteger las fronteras y garantizar la seguridad nacional”. Sin embargo, expertos en política migratoria sostienen que esta estrategia no reduce los flujos migratorios, sino que los desplaza hacia rutas más peligrosas.
La narrativa de Trump, centrada en el miedo y la expulsión, ha vuelto a polarizar a la opinión pública estadounidense y a tensar las relaciones diplomáticas con varios países de América Latina.
Un futuro incierto para los derechos migrantes en Estados Unidos
A medida que se amplían los centros de detención y se endurecen las leyes, el futuro de miles de migrantes se torna más incierto. Abogados, activistas y periodistas alertan sobre una posible crisis humanitaria sin precedentes en los próximos meses, si no se revisan las políticas actuales.
El debate sobre la inmigración en Estados Unidos vuelve a ocupar el centro del escenario político, en un país donde la promesa del “sueño americano” se enfrenta ahora a la realidad de las rejas, las deportaciones y el miedo.


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