El huracán Erin puso en pausa la vida en las playas más concurridas de la costa este de Estados Unidos. En Nueva York y Carolina del Norte, los vientos y marejadas obligaron a cerrar accesos, interrumpiendo el turismo justo en pleno verano.
Aunque Erin duplicaba el tamaño promedio de un huracán, su recorrido terminó siendo menos devastador de lo esperado: no tocó tierra y se debilitó en el Atlántico hasta transformarse en un ciclón postropical.
Reapertura con precauciones
En los Outer Banks, particularmente en la isla de Hatteras, la Carretera 12 fue reabierta tras permanecer cubierta de arena y escombros. Autoridades informaron que desde el domingo todas las restricciones quedarían levantadas, devolviendo cierta normalidad a los residentes y visitantes.
En Nueva York, los bañistas celebraron el regreso a Jones Beach State Park y Robert Moses State Park, dos de los destinos más populares para locales y turistas. No obstante, aún hay advertencias por corrientes de resaca y oleaje elevado.
Historias desde la orilla
“Volver a ver a las familias instalando sombrillas es un alivio después de tanta incertidumbre”, relató un trabajador de servicios en Jones Beach. La reapertura no solo significa diversión playera, sino también recuperación económica para pequeños negocios que dependen del turismo de temporada.
Mientras tanto, en Carolina del Norte, habitantes de Hatteras agradecieron que las dunas resistieran el impacto. Aunque hubo erosión y toneladas de arena sobre la carretera, no se reportaron daños estructurales graves.
La vulnerabilidad de los Outer Banks
Los Outer Banks son conocidos por su fragilidad ante las tormentas. Estas islas de arena apenas se elevan unos metros sobre el nivel del mar, lo que las convierte en puntos críticos de erosión. Un golpe más fuerte de Erin habría podido crear nuevos canales y aislar comunidades enteras.
El huracán deja así una lección recurrente: la necesidad de planificación costera y sistemas de protección más resistentes ante fenómenos que cada año parecen intensificarse.
Lo que viene para los turistas
Si planeas visitar la costa este:
- Verifica los reportes meteorológicos antes de viajar.
- Respeta las banderas y advertencias de los socorristas.
- Evita nadar en áreas con corrientes de resaca activas.
- Disfruta de la reapertura, pero con responsabilidad.
Con la reapertura de estas playas, tanto Nueva York como Carolina del Norte buscan dejar atrás el miedo que generó Erin y recuperar la calma en su temporada de verano.


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