La elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York ha generado un fuerte impacto político y diplomático. Desde Israel, el ministro para la Diáspora, Amichai Chikli, expresó preocupación y advirtió que “los judíos tendrán que huir” ante un escenario que, según él, cambiará la vida de la comunidad judía en la ciudad más emblemática de Estados Unidos.
La declaración de Chikli refleja el temor de Tel Aviv por la llegada de un nuevo liderazgo en una urbe históricamente vinculada con la población judía, que cuenta con más de un millón de habitantes en los distintos distritos neoyorquinos.
Un cambio histórico en la Gran Manzana
Zohran Mamdani se convirtió en el primer alcalde musulmán de Nueva York tras una elección marcada por un fuerte voto progresista. Su victoria representa una transformación simbólica en la política local, impulsada por movimientos sociales, comunidades inmigrantes y un sector joven que busca un cambio profundo en materia de justicia social, vivienda y seguridad pública.
Para los sectores conservadores y algunas voces israelíes, la llegada de Mamdani supone un giro ideológico que podría abrir tensiones con la comunidad judía. Su postura crítica hacia las políticas de Israel ha sido señalada por medios internacionales como un factor que alimenta el temor de posibles episodios de antisemitismo.
“Los judíos tendrán que huir”: el mensaje de alarma
En su comunicado, Amichai Chikli lamentó que una ciudad que en el pasado fue símbolo de libertad y refugio para los judíos esté “en manos de un seguidor de Hamas”. Consideró que Nueva York atraviesa un punto de inflexión similar al de Londres, donde el aumento de incidentes antisemitas ha generado preocupación en las autoridades israelíes.
El ministro afirmó que la elección de Mamdani es el reflejo de un cambio cultural y político en las universidades y en los movimientos sociales, donde ha crecido un discurso crítico hacia Israel.
“Este ambiente antisionista se ha convertido en un escenario donde la comunidad judía ya no se siente segura”, señaló.
Mamdani responde con un llamado a la unidad
En contraste, el nuevo alcalde aseguró que bajo su liderazgo la ciudad seguirá combatiendo el antisemitismo y promoviendo la inclusión de todas las minorías religiosas. Mamdani subrayó que su gobierno no será un espacio de división, sino de respeto y cooperación entre comunidades.
También destacó que Nueva York debe ser un ejemplo global de convivencia, donde tanto los judíos como los musulmanes encuentren protección y oportunidades por igual. Su discurso busca reducir la tensión diplomática y frenar las narrativas de confrontación.
El reto de mantener el equilibrio social
La comunidad judía de Nueva York ha sido una de las más influyentes en la historia moderna de la ciudad, desde el impulso a la educación hasta el desarrollo económico y cultural. Sin embargo, los recientes debates sobre identidad, religión y política exterior han reavivado viejas divisiones.
El desafío de Mamdani será demostrar que su administración puede sostener la diversidad sin fragmentar el tejido social. A la par, Israel deberá decidir si continúa con su retórica de alerta o adopta un tono diplomático para fortalecer los lazos con la diáspora.
El futuro político de Nueva York, con su nuevo alcalde, será una prueba de madurez para ambas comunidades: la judía y la musulmana, unidas por una historia compartida de migración y resiliencia.


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