El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desplegó un amplio operativo en la carretera interestatal I-40 en Oklahoma, que resultó en el arresto de 91 migrantes indocumentados que conducían camiones de carga pesada, en lo que marca una nueva fase de la política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump.
Según informó la agencia federal, el operativo se realizó entre el 22 y el 25 de septiembre de 2025, en colaboración con la Patrulla de Carreteras de Oklahoma (OHP). El objetivo fue, según ICE, “enfrentar amenazas específicas a la seguridad pública” al verificar los antecedentes de los extranjeros encontrados durante las patrullas en carretera.
Más de 120 migrantes detenidos en operativo de ICE
El informe oficial del ICE detalla que 120 migrantes indocumentados fueron detenidos por infracciones migratorias, y 91 de ellos conducían camiones de 18 ruedas con licencias de conducir comerciales (CDL).
La agencia señaló que varios de los detenidos tenían antecedentes penales que incluían delitos como reingreso ilegal a Estados Unidos, tráfico de personas, lavado de dinero, agresión, distribución de drogas y múltiples cargos por conducir bajo los efectos del alcohol (DUI).
Esta acción forma parte de la estrategia de Trump para restringir la participación de migrantes indocumentados en sectores laborales estratégicos, especialmente en el transporte y la logística, industrias donde el déficit de mano de obra ha sido cubierto históricamente por trabajadores migrantes.
Texas endurece las reglas para conductores migrantes
En paralelo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, implementó una política similar, dirigida específicamente contra los conductores de camiones migrantes.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) anunció que dejará de emitir o renovar licencias de conducir comerciales (CDL/CLP) a personas sin domicilio fijo, así como a refugiados, asilados y beneficiarios de DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Esta medida, según Abbott, busca “garantizar la seguridad en las carreteras texanas”, aunque organizaciones defensoras de migrantes advierten que afectará directamente a miles de trabajadores esenciales que actualmente operan bajo permisos temporales o protección migratoria.
Mientras tanto, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó una orden ejecutiva que declara propiedades municipales como “zonas libres de ICE”, en un intento por proteger a la comunidad migrante frente a la escalada de redadas federales. La medida prohíbe el uso de estacionamientos y edificios para operativos de inmigración civil.


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