La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció el sábado una ofensiva federal en respuesta a ataques contra funcionarios y propiedades federales, declarando que el país ha entrado en una “nueva era de violencia política”.
La medida incluye el despliegue de agentes del Departamento de Justicia (DOJ) para proteger instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en todo el país.
El ataque en Dallas que provocó la medida
El anuncio se produce días después del tiroteo en Dallas, perpetrado por Joshua Jahn, de 29 años, quien disparó desde un tejado hacia una instalación de ICE. El FBI calificó el hecho como un “ataque selectivo”. Tras el incidente, Jahn se quitó la vida; una persona falleció y dos resultaron heridas.
Mensajes contundentes de Bondi
Pam Bondi enfatizó que se enviarán activos federales para garantizar la seguridad de los agentes y la infraestructura federal, y anunció “tolerancia cero contra la violencia política y el terrorismo doméstico.
En un comunicado, Bondi mencionó: “Cualquiera que amenace o agreda a nuestros funcionarios federales será detenido y acusado a nivel federal… Seréis desmantelados ladrillo a ladrillo. Vamos a recuperar nuestro país. Hagamos que América vuelva a ser segura”.
El mensaje incluyó referencias a recientes ataques violentos en Minnesota, instalaciones de ICE y amenazas contra altos funcionarios, destacando la percepción de un incremento en los ataques selectivos contra la administración federal.
Entre las acciones se anunció:
- Despliegue de agentes del DOJ para proteger a agentes federales, propiedades del gobierno y detener a individuos involucrados en delitos federales.
- Orden a Fuerzas Especiales Conjuntas contra el Terrorismo para investigar y desbaratar entidades o personas vinculadas con el terrorismo doméstico.
- Instrucción a FBI, DEA, ATF, USMS y DHS para acelerar la localización, detención y procesamiento de individuos involucrados en delitos graves o en presencia de extranjeros ilegales.
La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, calificó a los manifestantes violentos como “terroristas domésticos” y aseguró: “No vamos a permitir que terroristas domésticos ataquen a nuestras fuerzas del orden”.
El Departamento de Justicia confirmó que buscará los cargos más graves disponibles, incluyendo conspiración, agresión, desorden civil y terrorismo.


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