Una situación inusual ha desatado un debate en redes sociales. Mary Carmen Llano, maestra y directora de preescolar, observó con sorpresa cómo sus alumnos de apenas 3 a 5 años imitaban el juego “Luz Verde, Luz Roja”, popularizado por la serie surcoreana El Juego del Calamar. La actividad, en la que una muñeca gigante “elimina” a los jugadores que se mueven fuera de tiempo, es una de las escenas más icónicas del programa.
La maestra, alarmada por lo que presenció, compartió un mensaje en TikTok que rápidamente se volvió viral, acumulando más de 10 millones de reproducciones.
Un llamado a los padres: “¿Cómo se lo permitieron?”
En su video, Mary Carmen no solo expresó su preocupación, sino que también cuestionó directamente a los padres:
“Estamos hablando de niños de tres, cuatro y cinco años, ¿en qué momento vieron eso? ¿Cómo se lo permitieron? Luego se andan quejando: ‘¿Por qué el niño es tan violento?’”.
La maestra destacó que muchos de estos niños no tienen la capacidad de procesar adecuadamente el contenido violento de una serie como El Juego del Calamar, lo que podría derivar en problemas como terrores nocturnos, comportamientos agresivos y alteraciones en su desarrollo emocional.
Las redes sociales opinan
El mensaje de la docente generó un intenso debate en redes sociales:
- Apoyo a la maestra: Muchas personas respaldaron la postura de Llano, enfatizando la importancia de supervisar el contenido al que los niños tienen acceso.
- Críticas: Algunos usuarios argumentaron que «Luz Verde, Luz Roja» no es diferente de los juegos tradicionales como «Stop» o «Escondidas». Sin embargo, la diferencia radica en el contexto violento presentado en la serie.
¿Por qué El Juego del Calamar no es para niños?
La serie, que se convirtió en un fenómeno mundial tras su estreno en Netflix, está clasificada como +16 debido a su alto contenido de violencia, tensión psicológica y temáticas inapropiadas para menores. Sin embargo, plataformas como YouTube y TikTok han popularizado clips que, aunque parecen inofensivos, exponen a los niños al contexto del programa.
¿Qué pueden hacer los padres?
1. Supervisión activa: Es crucial monitorear el contenido que consumen los niños, especialmente en plataformas digitales.
2. Comunicación abierta: Hablar con los niños sobre lo que ven y explicar por qué ciertos programas no son adecuados para su edad.
3. Promoción de juegos saludables: Incentivar actividades que fomenten el desarrollo cognitivo, emocional y social.
El papel de los padres
La viralidad del caso expone la necesidad de que los padres sean más conscientes del impacto que puede tener el contenido audiovisual en los menores. Como dijo Mary Carmen Llano:
“No se trata de satanizar una serie, sino de entender que hay edades para todo”.
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