El Festival de Cine de Sundance anunció que rendirá un homenaje póstumo a Robert Redford, su legendario cofundador, con la proyección conmemorativa de su primera película independiente, Cuesta abajo (Downhill Racer, 1969). El tributo tendrá lugar durante la próxima edición del certamen, que se celebrará a partir del 22 de enero y marcará el fin de una era: será la última edición en Utah, antes de su traslado oficial a Boulder, Colorado.
Robert Redford, ícono de Hollywood y pionero del cine independiente, falleció en septiembre a los 89 años. Su muerte dejó un vacío profundo en la industria cinematográfica, especialmente entre los cineastas que encontraron en Sundance un espacio para contar historias fuera del sistema de estudios tradicionales.
Un legado que transformó el cine independiente
“El compromiso de Robert Redford con el poder de la narrativa moldeó el cine independiente”, expresó el Festival de Sundance en un comunicado oficial.
Redford fundó el Instituto Sundance y su festival homónimo con el propósito de impulsar nuevas voces cinematográficas y ofrecer oportunidades a directores emergentes. Gracias a su visión, Sundance se convirtió en un punto de partida para cineastas como Quentin Tarantino, Steven Soderbergh, Damien Chazelle o Chloé Zhao, quienes más tarde conquistarían Hollywood.
La proyección de Cuesta abajo será uno de los momentos más emotivos del festival. La película, dirigida por Michael Ritchie y protagonizada por Redford, narra la historia de un esquiador estadounidense obsesionado con la perfección y el triunfo olímpico, un reflejo del individualismo y la presión del éxito en la sociedad moderna.
El crítico Roger Ebert describió la cinta como “la mejor película hecha sobre deportes, sin que realmente se tratara de deportes”, destacando su profundidad psicológica y su exploración del sacrificio personal detrás de la gloria.
Aunque Redford no aparece acreditado formalmente como productor, fue él quien propuso, desarrolló y defendió el proyecto ante los estudios, marcando así el inicio de su compromiso con el cine independiente.
Un festival que evoluciona sin olvidar sus raíces
Además del homenaje a Redford, el Festival de Sundance 2025 incluirá una serie de eventos conmemorativos dedicados a su legado artístico y a su impacto cultural.
Entre las actividades previstas se encuentran:
- Charlas y paneles sobre la evolución del cine independiente bajo la influencia de Redford.
- Proyecciones especiales de películas que marcaron la historia del festival, como Pequeña Miss Sunshine (2006) y Juego macabro (Saw, 2004), que contarán con la presencia de sus directores y elencos originales.
- Una retrospectiva audiovisual sobre la trayectoria de Redford como actor, director y mentor de nuevas generaciones.
La edición también marcará el traslado definitivo del festival de Park City, Utah, a Boulder, Colorado, una decisión motivada por la saturación de la ciudad anfitriona y el crecimiento exponencial de asistentes y producciones en los últimos años.
Redford, un pionero dentro y fuera de la pantalla
Nacido en Santa Mónica, California, en 1936, Robert Redford alcanzó fama mundial con películas como Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), The Sting (1973), All the President’s Men (1976) y Out of Africa (1985).
Su trabajo como director y productor también fue ampliamente reconocido: ganó el Óscar a Mejor Director por Ordinary People (1980) y recibió en 2002 un Óscar honorífico por su contribución al cine independiente a través del Instituto Sundance.
Más allá de su carrera artística, Redford fue un activista ambiental y defensor de la libertad creativa, valores que impregnan la filosofía del festival. Su visión inspiró a generaciones de cineastas a narrar historias honestas, humanas y arriesgadas, lejos de los moldes comerciales de Hollywood.
El Festival de Sundance 2025 promete ser una edición histórica y emotiva, marcada por el recuerdo de Robert Redford y su inquebrantable fe en el poder del cine como herramienta de cambio.
La proyección especial de Cuesta abajo no solo celebra su primera incursión en el cine independiente, sino también el inicio de un movimiento cultural que transformó la forma en que el mundo entiende y produce películas.
A más de medio siglo de su estreno, la cinta se convierte en un símbolo del espíritu que dio origen a Sundance: crear con pasión, contar con libertad y desafiar los límites de la industria.
El legado de Robert Redford seguirá vivo en cada historia que encuentre su camino en las pantallas del festival que él soñó, y que hoy lo honra como uno de los grandes arquitectos del cine moderno.


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