El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció el inicio de la Operación “River Wall” —en español, Muro del Río—, una nueva estrategia destinada a fortalecer la seguridad en la frontera sur y combatir la migración irregular, el narcotráfico y otras actividades criminales a lo largo del Río Grande, en Texas.

De acuerdo con el comunicado oficial, la operación contempla el despliegue de barcos de respuesta rápida, equipos de comando y control, así como unidades tácticas especializadas de la Guardia Costera, con el fin de reforzar la vigilancia en la zona fronteriza.

Un esfuerzo coordinado para “mantener segura la frontera sur”

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, destacó que la operación busca restablecer los niveles de control y seguridad que, según afirmó, se lograron durante la administración de Donald Trump.

“El presidente Trump logró la frontera sur más segura en la historia de Estados Unidos en tiempo récord, y ahora nuestro objetivo es asegurarnos de que se mantenga así a largo plazo”, expresó Noem en un comunicado.

La funcionaria explicó que los recursos y el personal desplegados estarán bajo el mando de las Fuerzas de la Guardia Costera del Río Grande, las cuales patrullarán aproximadamente 427 kilómetros del Valle del Río Grande, una de las zonas más activas en el cruce irregular de personas y mercancías hacia Estados Unidos.

El objetivo, enfatizó Noem, es “proteger el Río Grande contra la migración irregular, los narcoterroristas y otras amenazas”, consolidando un muro de seguridad marítima que complemente las medidas terrestres ya existentes.

La Guardia Costera asume un papel clave en la frontera

El almirante Kevin E. Lunday, comandante interino de la Guardia Costera de Estados Unidos, subrayó la importancia de esta institución en la nueva estrategia fronteriza.

“La Guardia Costera de Estados Unidos es la mejor del mundo en operaciones tácticas con embarcaciones e interdicción marítima, tanto en el mar como en entornos ribereños”, afirmó Lunday.

Desde su fundación en 1790, la Guardia Costera ha desempeñado un papel crucial en la protección de las fronteras marítimas del país. Con la Operación River Wall, sus efectivos serán ahora un factor multiplicador en la defensa del territorio nacional, aplicando su experiencia en vigilancia, patrullaje y respuesta rápida a emergencias.

Además, el DHS informó que las embarcaciones de aguas poco profundas permitirán operar en zonas de difícil acceso del río, donde las corrientes y la vegetación han dificultado históricamente la supervisión por parte de las autoridades.

Un contexto de presión migratoria y tensiones políticas

La Operación “Muro del Río” surge en un momento en que la migración irregular hacia Estados Unidos ha alcanzado cifras récord. Solo en el último año fiscal, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) registró más de 2 millones de detenciones en la frontera sur.

El Valle del Río Grande continúa siendo una de las rutas más utilizadas por migrantes provenientes de México, Centroamérica y Sudamérica, así como un corredor clave para el tráfico de drogas y armas.

La administración de Kristi Noem, aliada política del expresidente Trump, ha impulsado una política de seguridad más estricta, enfocada en la disuasión y el endurecimiento del control fronterizo. El anuncio de esta operación coincide con el aumento de la presión política de sectores conservadores que exigen mayores medidas para frenar el ingreso irregular y reforzar la cooperación con las autoridades estatales de Texas.

Tecnología y cooperación interinstitucional

El DHS destacó que la Operación River Wall no se limita al despliegue de personal, sino que también incorpora nuevas tecnologías de vigilancia. Entre ellas se incluyen sensores térmicos, drones de patrullaje y sistemas de comunicación en tiempo real entre las distintas agencias federales y estatales involucradas.

El plan también contempla la colaboración con autoridades locales y estatales, así como con la Guardia Nacional de Texas, para coordinar tareas de inteligencia, intercepción y rescate.

Fuentes del DHS indicaron que el despliegue inicial se concentrará en los puntos críticos del río, identificados por un alto flujo migratorio y de contrabando, aunque el operativo podría ampliarse a otras áreas fronterizas si los resultados son positivos.

La Operación “Muro del Río” representa uno de los movimientos más ambiciosos del Departamento de Seguridad Nacional en los últimos años para reforzar la frontera sur. Con un enfoque basado en la coordinación interinstitucional, el uso de tecnología avanzada y la experiencia de la Guardia Costera, la iniciativa busca contener la migración irregular y el tráfico ilícito en el Río Grande.

Sin embargo, la medida también ha generado debate, pues mientras algunos sectores la consideran un paso necesario para garantizar la seguridad nacional, otros advierten que podría incrementar la tensión humanitaria en una de las fronteras más complejas del mundo.

Con la Operación River Wall, Estados Unidos refuerza su mensaje de que la frontera sur será vigilada tanto por tierra como por agua, en un intento por equilibrar seguridad, control y soberanía frente a los desafíos migratorios contemporáneos.