Mientras el arco de Elbaf desvela secretos del pasado y prepara el terreno para una guerra total, una teoría comienza a encender la conversación entre los fans de One Piece: no será Joy Boy, ni Gol D. Roger, ni siquiera Luffy quien cambie el destino del mundo. Será Sanji.
Un Vinsmoke entre dioses y leyendas
En este punto de la historia, Luffy ha asumido el papel de Nika, el dios del sol, en una tercera repetición de la lucha contra la sombra del Gobierno Mundial y su líder, Imu. Las anteriores reencarnaciones fracasaron. El propio Roger, aunque llegó al final del Grand Line, supo que estaba adelantado a su tiempo.
Sin embargo, este “tercer mundo”, como lo menciona la profecía, tiene un factor inédito: la existencia de Sanji como miembro activo de esta generación de rebeldes.
A diferencia de otros Mugiwara, Sanji no ha sido vinculado explícitamente con figuras míticas del pasado. Luffy es Joy Boy, Zoro el heredero de Ryuma, pero Sanji… Sanji parece no tener un reflejo. Y eso, justamente, lo convierte en único.
¿Por qué Sanji y no otro?
Sanji es un Vinsmoke, parte de una línea de supersoldados modificados genéticamente. A diferencia de sus hermanos, Sanji renunció a su programación para preservar su humanidad, convirtiéndose en alguien que representa lo mejor de ambos mundos: ciencia y corazón.
En términos de narrativa, Sanji simboliza la esperanza de una humanidad libre del determinismo, de romper el ciclo de violencia impuesta por generaciones anteriores. Su papel como el cocinero de la tripulación también tiene una connotación simbólica: es quien mantiene a la banda unida, alimentada y emocionalmente fuerte.
El factor emocional: lo que Joy Boy y Roger no tenían
Lo que hace diferente a Sanji de Roger o incluso de Joy Boy no es solo su poder o su linaje. Es su compromiso emocional con la libertad de los demás, una brújula moral inquebrantable. Cuando el Gobierno Mundial caiga, no será solo por fuerza, sino por convicción. Y Sanji es la voz de esa convicción.
Según esta teoría, solo una figura profundamente humana y emocional puede romper el bucle, y esa figura no es el Guerrero del Sol… sino el hombre que eligió ser humano por encima de ser un arma.
Elbaf y los reflejos del pasado
Con la aparición de Rocks D. Xebec y la pausa narrativa para mostrar la historia detrás de la rivalidad entre Nika e Imu, la teoría se refuerza: los anteriores fracasaron por carecer de un factor emocional y humano. Este tercer intento será distinto por Sanji.
En un mundo de dioses, espadas legendarias y secretos enterrados, la pieza más importante podría ser la más inesperada. Si Luffy logra liberar al mundo, será gracias al cocinero que eligió sentir, proteger y amar por encima de todo. El final de One Piece podría ser tan emocional como épico, y Sanji podría ser el corazón de esa victoria.


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