La polémica volvió a encenderse en la industria de los robots humanoides luego de que Robert Gruendel, exjefe de seguridad de Figure AI, denunciara públicamente que el modelo Figure 02 es “altamente peligroso” y capaz de ejercer la fuerza suficiente para fracturar el cráneo de un adulto.
La empresa con sede en California rechazó de inmediato las acusaciones, pero el testimonio ha generado preocupación mundial.
Exjefe de seguridad alerta sobre riesgos en el robot Figure 02
Gruendel aseguró que durante las pruebas internas, el robot Figure 02 mostró una fuerza descontrolada. En uno de los ensayos, relató que el robot humanoide golpeó un refrigerador y dejó una abolladura significativa.
Según el exjefe de seguridad de Figure AI, si ese impacto hubiese sido contra una persona, las consecuencias habrían sido “catastróficas”.
El denunciante señaló que, pese a estos incidentes, sus advertencias fueron ignoradas por el CEO de la compañía, Brett Adcock, y el ingeniero jefe Kyle Edelber. De acuerdo con su versión, ambos minimizaron los riesgos después de recibir una fuerte inyección de capital y eliminaron una hoja de seguridad interna que documentaba fallos y posibles peligros.
Figure AI rechaza las acusaciones
La compañía estadounidense Figure AI respondió negando por completo las afirmaciones de Gruendel. De acuerdo con sus voceros, el despido del exjefe de seguridad no fue una represalia, sino resultado de un “bajo rendimiento”. Además, sostuvieron que todos sus robots humanoides pasan por estrictas pruebas de seguridad.
Figure AI ha desarrollado tres modelos principales:
- Figure 01, su primer prototipo.
- Figure 02, centrado en tareas de manipulación precisa y mayor destreza.
- Figure 03, una evolución pensada para la producción a gran escala y uso doméstico en el futuro.
La empresa insiste en que su misión es crear robots que puedan integrarse a la vida diaria de las personas sin poner en riesgo su seguridad.
Las acusaciones de Gruendel han despertado inquietud entre especialistas y usuarios, quienes temen que los robots diseñados para convivir con humanos puedan tener la capacidad de ejecutar movimientos letales. Las revelaciones llegan en un momento donde la industria apuesta por humanoides más autónomos, potentes y presentes en hogares y negocios.
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