Después de trece años recorriendo la superficie marciana, el rover Curiosity de la NASA celebra su aniversario con nuevas capacidades que le permiten hacer más con menos energía. Gracias a una reciente actualización, el vehículo explorador ahora puede realizar múltiples tareas al mismo tiempo y tomar decisiones sobre cuándo dormir, lo que optimiza el uso de su batería nuclear.
Curiosity ha dependido desde su llegada en 2012 de un generador termoeléctrico de radioisótopos multimisión (MMRTG), que transforma el calor de la descomposición de plutonio en electricidad. Esta fuente de energía, aunque resistente y duradera, pierde potencia gradualmente con el paso de los años.
Explorando nuevas pistas sobre el agua en Marte
Actualmente, Curiosity se encuentra en una zona repleta de crestas de roca formadas por agua subterránea hace miles de millones de años. Estas estructuras, situadas en una ladera del Monte Sharp, podrían contener claves sobre la habitabilidad del subsuelo marciano y la posible existencia de vida microbiana en el pasado remoto del planeta rojo.
Estudiar esta región requiere mover el brazo robótico del rover, accionar cámaras, utilizar sus diez instrumentos científicos y mantener funcionando sistemas clave como calentadores y la radio, todo lo cual consume energía.
Innovaciones que extienden su vida útil
En lugar de ejecutar una tarea tras otra, como lo hacía tradicionalmente, Curiosity ahora puede combinar actividades: enviar datos a un orbitador mientras toma fotografías o se desplaza, por ejemplo. Esta estrategia reduce el tiempo que los sistemas deben permanecer activos, disminuyendo el gasto energético.
Además, el rover ha aprendido a tomar siestas de forma autónoma. Si termina sus tareas antes de lo previsto, entra en modo de reposo sin esperar nuevas instrucciones desde la Tierra, lo que preserva energía para futuras misiones.
Un modelo de longevidad e ingenio
Mientras otros exploradores como Spirit, Opportunity o InSight dependían de paneles solares susceptibles a las tormentas de polvo, Curiosity ha demostrado ser una apuesta más confiable a largo plazo gracias a su energía nuclear. Aunque la potencia de su MMRTG se reduce lentamente, las nuevas capacidades le permiten seguir siendo productivo incluso en condiciones cada vez más desafiantes.
Este enfoque permite a la NASA maximizar cada gota de energía restante, prolongando la vida operativa del rover y su contribución a la ciencia marciana.


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