A mediados de los 2000, Xbox no era el gigante que conocemos hoy. Apenas iniciaba su lucha por ganar terreno frente a PlayStation. Pero todo estuvo a punto de irse al abismo con un error técnico que marcó una era: el temido “Anillo Rojo de la Muerte”.
Todo empezó con un diseño interno defectuoso en la Xbox 360, la segunda consola de Microsoft. Millones de unidades comenzaron a fallar. Las luces rojas que se encendían alrededor del botón de encendido no eran una decoración futurista, sino una sentencia de muerte para la consola. Y para muchos, también el presagio del final de Xbox como marca.
El costo del error: 1.150 millones de dólares y un dilema existencial
Peter Moore, exjefe de Xbox, recuerda aquel momento como el más crítico en la historia de la división. En una entrevista con The Game Business, confesó que la reparación del error costó 1.150 millones de dólares. No solo se trataba de corregir consolas: había que transportarlas, diagnosticarlas y reemplazarlas en un tiempo récord.
“Gran parte del dinero se fue en servicios de FedEx, UPS y DHL. Teníamos que reaccionar con rapidez. Era eso o desaparecer”, recordó Moore.
¿Por qué no abandonaron la marca?
En lugar de abandonar el barco, Microsoft amplió la garantía de la Xbox 360, aceptó el golpe financiero y reemplazó gratuitamente millones de unidades. Fue una apuesta arriesgada, pero según Moore, fue la decisión que salvó a Xbox de la extinción.
“Ese fue nuestro momento decisivo. Si no hubiéramos hecho lo que hicimos, probablemente hoy no existiría la marca Xbox”, dijo con franqueza.
Una generación que cambió la industria
A pesar de la catástrofe inicial, la generación de Xbox 360 y PlayStation 3 transformó la industria del gaming. Ambas compañías invirtieron grandes sumas en estudios third-party, desarrollo tecnológico y marketing global.
“La entrada de Microsoft elevó la competencia y eso impulsó a toda la industria. La marea creciente levantó a todos los barcos”, aseguró Moore. La rivalidad entre Sony y Microsoft llevó a la industria a nuevas alturas, creando un ecosistema más rico para gamers y desarrolladores.
¿Qué aprendió Xbox?
Hoy, Xbox es sinónimo de innovación, Game Pass y ecosistema digital. Pero ese presente no existiría sin haber sobrevivido al mayor tropiezo en su historia. El “Anillo Rojo de la Muerte” fue más que un fallo de hardware: fue una prueba de fuego que definió el carácter de Xbox como marca.En un mercado donde muchas empresas habrían optado por retirarse, Microsoft eligió invertir, reparar y, sobre todo, aprender. Y así, una crisis de mil millones de dólares se convirtió en el punto de partida para su consolidación.


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