Brecha de género en Afores es el punto de partida para entender una de las desigualdades económicas más persistentes en México: las mujeres llegan a la vejez con menos recursos para su retiro que los hombres. De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la diferencia en los recursos acumulados entre ambos géneros alcanza 26%, una cifra que refleja no solo disparidades salariales, sino también condiciones estructurales que afectan el ahorro a largo plazo.
La información, presentada en el documento El Género en el SAR, confirma que esta desigualdad tiene consecuencias directas sobre la seguridad financiera de las mujeres durante la jubilación, justo en una etapa de la vida en la que requieren mayor estabilidad económica.
Qué revela la Consar sobre las Afores y el género
Los datos oficiales muestran que en el sistema de Afores existen 13% más cuentas pertenecientes a hombres que a mujeres. Sin embargo, la diferencia más significativa se encuentra en los montos acumulados: las cuentas masculinas concentran, en promedio, 26% más recursos.
Esto significa que, aunque cada vez más mujeres participan en el sistema de ahorro para el retiro, su capacidad de acumulación sigue siendo menor. La Consar define esta situación como una brecha de género estructural, originada por desigualdades persistentes en el mercado laboral, en el acceso a oportunidades y en la distribución de ingresos.
Menores ingresos, menor ahorro para el retiro
Uno de los factores clave detrás de la brecha de género en Afores es la diferencia salarial. En promedio, las mujeres perciben ingresos menores que los hombres, lo que se traduce en aportaciones más bajas a lo largo de su vida laboral.
Además, muchas mujeres enfrentan interrupciones en su carrera profesional debido a labores de cuidado no remuneradas, como la crianza de hijos o la atención a familiares. Estos periodos fuera del mercado laboral reducen las semanas cotizadas y limitan la acumulación de recursos para el retiro.
La informalidad laboral, que afecta de manera desproporcionada a las mujeres, también contribuye a este fenómeno, ya que quienes trabajan fuera del empleo formal suelen quedar excluidas del sistema obligatorio de ahorro.
Mayor esperanza de vida, mayor desafío financiero
La Consar subraya un elemento adicional que agrava la desigualdad: las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que los hombres. En términos prácticos, esto implica que su periodo de jubilación suele ser más largo.
Vivir más años es un logro social, pero también representa un reto económico cuando los recursos son insuficientes. Con menos ahorro acumulado y más años por financiar, las mujeres enfrentan un riesgo mayor de precariedad económica en la vejez.
Esta combinación —menores ingresos durante la vida activa y mayor duración del retiro— coloca a las mujeres en una situación de desventaja estructural frente al sistema de pensiones.
La importancia de visibilizar la brecha
Para la Consar, medir y hacer visible la brecha de género en el sistema de ahorro para el retiro es un paso indispensable para avanzar hacia la equidad. Sin datos claros, resulta imposible diseñar políticas públicas que atiendan las causas de fondo del problema.
Visibilizar la desigualdad también permite generar conciencia entre las propias trabajadoras sobre la necesidad de planear con anticipación su retiro, ya sea mediante aportaciones voluntarias, ahorro complementario o educación financiera.
Retos y oportunidades para cerrar la desigualdad
Cerrar la brecha de género en las Afores requiere acciones coordinadas. Entre los principales retos se encuentran mejorar las condiciones laborales de las mujeres, reducir la informalidad y promover esquemas que reconozcan el trabajo de cuidados.
Al mismo tiempo, existen oportunidades para fortalecer la educación financiera con perspectiva de género, impulsar incentivos para el ahorro voluntario y diseñar productos de retiro más flexibles que se adapten a trayectorias laborales discontinuas.
La equidad en el ahorro para el retiro no solo beneficia a las mujeres, sino que fortalece la sostenibilidad del sistema pensionario en su conjunto.
Un llamado a la acción para el futuro
La brecha de género en Afores es reflejo de desigualdades que se construyen a lo largo de toda la vida laboral. Atenderla exige un enfoque integral que combine políticas públicas, participación del sector financiero y decisiones informadas por parte de las personas trabajadoras.
Reconocer que las mujeres enfrentan una menor seguridad financiera en la vejez es el primer paso. El siguiente es transformar esa evidencia en acciones concretas que permitan garantizar un retiro más justo, digno y equitativo para todas.
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