Cada verano, Clara repite el mismo ritual: entra a su casa acalorada, enciende el aire acondicionado y lo programa a 18 °C esperando un alivio inmediato. Pero cuando llega el recibo de luz, la sorpresa es mayúscula. ¿Te ha pasado?
Este hábito, muy común, es uno de los errores más costosos que cometen millones de personas cada verano.
¿Por qué bajar la temperatura no enfría más rápido?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo ha explicado con claridad: poner el aire a 18 °C no acelera el proceso de enfriamiento.
El aparato enfría a la misma velocidad, pero sigue funcionando hasta alcanzar esa temperatura más baja, gastando energía innecesariamente.
Es decir, si con 24 °C estarías cómodo, al ponerlo en 20 °C o menos, solo alargas el tiempo de funcionamiento y disparas el consumo eléctrico.
Cuánto aumenta la factura por este error
La OCU advierte: por cada grado menos debajo de 24 °C, el consumo sube hasta un 7 %. Es decir:
- De 24 °C a 23 °C: +7 %
- De 24 °C a 20 °C: hasta +28 %
En un contexto de tarifas elevadas, este pequeño gesto puede sumar cientos de pesos extra al mes, especialmente si el aire funciona varias horas al día.
Y no solo impacta tu economía. Un mayor consumo también incrementa las emisiones de gases contaminantes, afectando el medio ambiente.
¿Cómo enfriar rápido sin bajar la temperatura?
Muchos equipos modernos tienen funciones como:
- “Turbo” o “Power Cool”, que activan la máxima potencia temporalmente.
- Modos Eco o Sleep, ideales para mantener el confort nocturno.
Pero lo más recomendable es mantener una diferencia de no más de 8 °C respecto al exterior. Si afuera hay 34 °C, lo ideal es ajustar el aire a 24 °C.
Además, cerrar cortinas, sellar ventanas y ventilar en las horas más frescas del día también ayuda a enfriar más rápido sin forzar el aparato.
El papel del mantenimiento: filtros limpios = eficiencia
Según expertos, un filtro sucio puede aumentar el consumo hasta un 15 %. Además, afecta la calidad del aire y puede provocar alergias o problemas respiratorios.
Limpia los filtros al menos una vez al mes durante la temporada de uso intensivo, y realiza un mantenimiento general antes del verano.
Un aire acondicionado limpio y bien cuidado consume menos, enfría mejor y dura más.
Eficiencia y confort pueden ir de la mano
Programar tu aire acondicionado a 24 °C es una decisión inteligente. No solo lograrás una temperatura agradable, sino que evitarás gastos innecesarios y reducirás tu impacto ambiental.
Clara lo entendió tras analizar su consumo. Ahora, disfruta del verano con una temperatura equilibrada, una factura más baja y un sistema que le durará muchos veranos más.


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