Las pulgas en gatos son uno de los parásitos más comunes que pueden afectar la salud y el bienestar de tu mascota. Aunque estos insectos son diminutos, sus picaduras provocan molestias, alergias e incluso problemas más graves si no se tratan a tiempo. Identificar las señales a tiempo es fundamental para proteger tanto a tu gato como a tu hogar.
A continuación, te mostramos las 9 señales más claras de que tu gato tiene pulgas y cómo actuar para solucionarlo.
1. Rascarse con frecuencia
Si tu gato se rasca de manera constante y más de lo habitual, podría ser una señal de picaduras de pulgas. Estos parásitos se alimentan de la sangre del animal, provocando irritación en la piel que desencadena picor.
2. Lamerse o morderse en exceso
Además del rascado, los gatos suelen lamerse o morderse en las zonas afectadas para intentar aliviar la incomodidad. Si notas que tu mascota insiste demasiado en una parte del cuerpo, revisa con cuidado.
3. Piel irritada o con heridas
Las pulgas pueden causar dermatitis alérgica, que se manifiesta en enrojecimiento, heridas pequeñas o costras. Estas lesiones suelen aparecer en la base de la cola, el abdomen o el cuello.
4. Presencia de puntos negros en el pelaje
Los excrementos de pulgas se ven como puntitos negros en el pelaje o la piel de tu gato. Una forma de comprobarlo es colocar esos residuos sobre un papel húmedo: si se tornan rojizos, se trata de sangre digerida, lo que confirma la presencia de pulgas.
5. Caída de pelo localizada
La pérdida de pelo en ciertas áreas puede ser consecuencia de la irritación y el rascado constante. Si notas calvas o zonas con poco pelaje, es probable que las pulgas estén detrás del problema.
6. Inquietud o cambios de comportamiento
Un gato con pulgas puede mostrarse más nervioso, irritable o inquieto. El malestar continuo que provocan las picaduras interfiere en su descanso y en su comportamiento habitual.
7. Pulgas visibles en el pelaje
Aunque las pulgas son muy pequeñas (de 1 a 3 mm), en infestaciones severas es posible verlas moverse en el pelaje, especialmente en zonas como el vientre, cuello y base de la cola. Si logras ver una, es probable que haya muchas más escondidas.
8. Presencia de huevos o larvas en el entorno
Las pulgas no solo viven en el gato, también depositan huevos y larvas en el ambiente, como camas, alfombras o muebles. Si detectas pequeñas motitas blancas en estos lugares, es señal de infestación.
9. Anemia o debilidad en casos graves
En infestaciones muy fuertes, la pérdida de sangre por las picaduras puede causar anemia, sobre todo en gatitos jóvenes. Los síntomas incluyen encías pálidas, debilidad y falta de energía, lo que requiere atención veterinaria inmediata.
Qué hacer si tu gato tiene pulgas
Si identificas una o varias de estas señales, lo mejor es actuar de inmediato:
- Consulta con un veterinario para elegir el tratamiento antipulgas más adecuado.
- Utiliza pipetas, collares o comprimidos antiparasitarios según la recomendación profesional.
- Lava y desinfecta la cama de tu gato, así como alfombras, cojines y otros espacios que frecuente.
- Aspira con regularidad para eliminar huevos y larvas del ambiente.
Prevención: la mejor estrategia contra las pulgas
La forma más efectiva de evitar problemas es mantener una rutina de prevención antiparasitaria. Aplicar tratamientos periódicos y revisar el pelaje de tu gato con frecuencia reducirá el riesgo de infestación.
Las pulgas en gatos son un problema común pero prevenible. Reconocer señales como el rascado excesivo, la caída de pelo o la presencia de puntitos negros en el pelaje puede ayudarte a detectar la infestación a tiempo. Con el tratamiento adecuado y una buena estrategia de prevención, tu gato podrá disfrutar de una vida más sana, cómoda y libre de parásitos.


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