Un nuevo episodio en la tensión entre Trump y la Reserva Federal
Desde hace años, Donald Trump ha mantenido una relación conflictiva con Jerome Powell, actual presidente de la Reserva Federal (Fed). Pero en su más reciente declaración, el expresidente ha vuelto a encender las alarmas financieras al afirmar que no descarta despedir a Powell si regresa a la Casa Blanca en 2025.
La declaración llegó con su clásico estilo provocador: “Hace un trabajo pésimo, pero no, no estoy hablando de eso”, dijo al ser cuestionado sobre un posible despido. Acto seguido, matizó: “No descarto nada, pero creo que es muy poco probable”.
La reacción de los mercados y los efectos inmediatos
La ambigüedad de Trump no es un detalle menor. Bastaron sus palabras para que los bonos del Tesoro a 30 años superaran el 5% de rendimiento, evidenciando una inmediata desconfianza del mercado.
Cuando una figura como Trump sugiere cambios radicales en la conducción monetaria, los inversionistas reaccionan. La estabilidad de la política de tasas —un ancla de la confianza económica— queda en entredicho.
Las críticas a Powell: tasas, inflación y renovaciones “absurdas”
Trump acusa a Powell de dos cosas: una política monetaria “tardía e ineficaz” y un gasto injustificable en renovaciones de oficinas. Asegura que los 2,500 millones de dólares invertidos en obras en la sede de la Fed “no tienen justificación”.
La inflación, que subió a 2,7% en junio según el índice CPI, sigue siendo uno de los temas más espinosos. Para Trump, la Fed ha sido pasiva, reacia a recortar las tasas pese al contexto económico cambiante.
El exmandatario pide una reducción drástica de tres puntos porcentuales, algo que, de ocurrir, cambiaría completamente el rumbo de la economía estadounidense.
Trump vs Powell: una batalla política con impacto global
Esta disputa no solo es una cuestión de gestión interna. La política monetaria de Estados Unidos influye directamente en las finanzas del mundo. Y si Trump vuelve al poder con una agenda de recortes agresivos y un nuevo liderazgo en la Fed, las consecuencias podrían ser profundas.
La narrativa de Trump se ha mantenido coherente con su estilo de confrontación: desafía el statu quo, ataca a los organismos autónomos y busca centralizar el poder de decisión. Pero la Fed no es cualquier institución. Su independencia es clave en la arquitectura económica del país.
¿Puede Trump despedir a Powell si gana en 2024?
Legalmente, el presidente de EE.UU. no puede despedir al presidente de la Reserva Federal por desacuerdos políticos. Sin embargo, el mandato de Powell termina en mayo de 2026. Trump, de ganar en noviembre de 2024, podría simplemente no renovarlo o presionarlo para que renuncie.
Esta posibilidad abre un nuevo frente de tensión si el republicano regresa al poder, sobre todo en un momento donde la economía requiere estabilidad más que cambios abruptos.
El mensaje que se lee entre líneas
Cuando Trump habla, Wall Street escucha. Aunque no haya acciones inmediatas, su retórica altera el equilibrio económico. Las palabras del martes no fueron solo una crítica: fueron un aviso de posibles cambios radicales si las urnas lo favorecen.
Mientras tanto, Powell sigue en su puesto, manteniendo las tasas entre el 4,25% y 4,50%, luchando contra una inflación persistente, y bajo la sombra de un expresidente que ha demostrado que su influencia no se detiene al dejar la Casa Blanca.
La Fed, el futuro y el factor Trump
La historia entre Donald Trump y Jerome Powell aún no ha llegado a su fin. Más que una rivalidad personal, lo que está en juego es la autonomía de la política monetaria estadounidense y su impacto en la economía global.
Trump no ha tomado ninguna decisión, pero ha dejado claro que, si tiene la oportunidad, hará sentir su peso sobre la dirección de la Reserva Federal. Y en tiempos de incertidumbre económica, cada palabra cuenta… sobre todo si proviene del expresidente más disruptivo en la historia reciente de EE.UU.


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