jueves, diciembre 25, 2025

EU acelera pacto de tierras raras con China: lo firmaría en noviembre

Las tierras raras vuelven a colocarse en el centro del tablero geopolítico, y esta vez la historia se desarrolla con un reloj en cuenta regresiva. Washington espera cerrar, antes del Día de Acción de Gracias, un acuerdo que podría redefinir el equilibrio tecnológico entre Estados Unidos y China. Lo que parece un pacto comercial más, en realidad es parte de un pulso silencioso por el control de los minerales que sostienen la economía digital del siglo XXI.

La declaración llegó de voz del propio secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien confirmó en televisión nacional que el gobierno de Donald Trump está decidido a firmar en noviembre el acuerdo alcanzado preliminarmente entre Trump y Xi Jinping durante su encuentro en Corea del Sur. La imagen de ambos líderes, reunidos en un momento tenso del escenario global, representa el punto exacto en el que se selló este entendimiento.

Pero la historia no comenzó ahí. El conflicto alrededor del flujo de minerales críticos lleva meses escalando. Desde el 4 de abril, China impuso restricciones y licencias de exportación que sacudieron a fabricantes de autos eléctricos, empresas de defensa y gigantes tecnológicos. Con más del 60% del procesamiento global de tierras raras bajo control chino, cualquier cambio en sus políticas internas tiene repercusiones inmediatas en los mercados.

tierras raras
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Por qué las tierras raras son el verdadero campo de batalla

Para entender la urgencia del acuerdo, hay que mirar detrás de la batalla comercial. Las tierras raras no son comunes ni reemplazables: permiten fabricar sensores militares, baterías de alto rendimiento, imanes, semiconductores avanzados y hasta tecnología aeroespacial. Sin ellas, el mundo moderno simplemente no funciona.

En este contexto, la declaración de Bessent no fue solo informativa, sino estratégica. Al anunciar que se espera un documento final antes del 27 de noviembre, el secretario envió un mensaje claro al mercado: Estados Unidos no está dispuesto a depender indefinidamente de la buena voluntad de China.

La reunión en Corea del Sur fue descrita por funcionarios como “tensa pero productiva”. Trump insistió en que la suspensión de las restricciones debe durar al menos un año, y Xi aceptó… por ahora. A cambio, Washington se comprometió a reducir aranceles y a reiniciar uno de los flujos comerciales más afectados por la guerra económica: la compra de soja.

La mitad del conflicto: cuando los granjeros entran en escena

A mitad de esta historia, y sin perder de vista la relevancia de las tierras raras, aparece un actor que raramente protagoniza titulares de geopolítica: los productores estadounidenses de soja. China dejó de comprarles en respuesta a los aranceles de Trump, convirtiéndolos en peones involuntarios de la disputa. Ahora, con el acuerdo, Pekín se compromete a adquirir 12 millones de toneladas métricas este año y 25 millones en 2026.

Bessent no lo suavizó: “China convirtió en peones a nuestros excelentes productores de soja”. Su mensaje fue parte económica, parte política, parte electoral.

El reloj avanza y el riesgo también

Washington sabe que si China decide no cumplir el acuerdo, Estados Unidos “tiene muchas herramientas” para responder. Aunque no detalló cuáles, funcionarios del Tesoro han mencionado sanciones, nuevas medidas arancelarias y la posibilidad de incentivar la extracción doméstica.

Pero la verdadera apuesta es otra: garantizar un suministro estable que permita competir con China en sectores clave como inteligencia artificial, energías renovables y sistemas de defensa.

El cierre de la historia —por ahora

A pocos días del plazo impuesto, Washington y Pekín avanzan entre desconfianza, presión mediática y un mercado global que exige estabilidad. Las tierras raras, esos minerales que la mayoría de las personas no pueden nombrar, se han convertido en el hilo invisible que cose la disputa más importante de la década.

Y así como la historia comenzó con las tierras raras, también termina con ellas: el pacto que Estados Unidos busca firmar antes de Acción de Gracias podría definir quién controla el futuro tecnológico del planeta.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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