El SAT no te cobrará un impuesto automático por depósitos en efectivo mayores a $15,000. Te explicamos la regla real, qué cuentas están exentas y el secreto del «concepto» de transferencia que la IA del SAT sí revisa. Esto es lo que necesitas saber.
El temor a una vigilancia fiscal implacable ha generado uno de los mitos más extendidos entre los contribuyentes mexicanos: la creencia de que cualquier depósito en efectivo que supere los 15,000 pesos mensuales genera automáticamente un impuesto o una auditoría por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Sin embargo, la realidad de las reglas para 2025 es más matizada y, en ciertos aspectos, representa un alivio para muchos.
El mito de los $15,000: ¿Impuesto automático o simple monitoreo?
Contrario a la creencia popular, el SAT no impone un impuesto de forma automática por recibir depósitos en efectivo superiores a 15,000 pesos en un mes. La normativa establece que las instituciones bancarias tienen la obligación de informar al SAT sobre las cuentas de personas físicas que acumulen depósitos en efectivo por un monto superior a dicha cantidad de forma mensual.
El propósito de este informe no es gravar a todos los que superen el umbral, sino permitir que la autoridad fiscal detecte posibles discrepancias fiscales. Es decir, busca identificar casos donde los ingresos declarados por un contribuyente no coinciden con los depósitos que recibe en sus cuentas bancarias.
De hecho, una actualización clave para 2025 es que, si bien el monitoreo persiste, se ha flexibilizado el proceso. Ya no habrá una retención automática del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) siempre que el contribuyente pueda presentar la documentación que justifique el origen del dinero, como facturas o recibos. Esto representa una buena noticia, pues se pasa de una posible retención a un sistema basado en la justificación.
¡Respira! Los depósitos que el SAT no va a gravar
El punto más importante para la tranquilidad de la mayoría de los mexicanos es la lista de movimientos y depósitos que, por su naturaleza, no son considerados ingresos gravables por el SAT y, por lo tanto, están fuera de esta vigilancia específica. Estos incluyen:
- Depósitos entre familiares: Las transferencias realizadas entre cónyuges, de padres a hijos (como el pago de la colegiatura) o entre hermanos no son objeto de este gravamen, ya que no se consideran un ingreso sino una donación o apoyo familiar.
- Tandas o préstamos personales: La participación en tandas o la recepción de préstamos de amigos o familiares no generan impuestos adicionales, pues no constituyen un ingreso acumulable.
- Ventas por catálogo: Los depósitos derivados de la venta directa de productos por catálogo pueden justificarse fácilmente y no generan sanciones bajo esta regla.
- Pagos de servicios: Depósitos para pagar colegiaturas o servicios menores también quedan fuera de esta categoría.
El secreto que tu contador no te ha dicho: Cuidado con el concepto
Si bien la regla de los 15,000 pesos aplica exclusivamente a depósitos en efectivo, existe otro nivel de vigilancia, más sutil y tecnológico, que afecta a todas las transferencias electrónicas: el análisis del concepto de pago.
Fuentes indican que el SAT utiliza sistemas de Inteligencia Artificial para monitorear y analizar las palabras clave utilizadas en el campo «concepto» o «descripción» de las transferencias bancarias. La fiscalización se está moviendo de un enfoque en montos a uno en patrones e intenciones.
Esta vigilancia algorítmica significa que la «buena conducta fiscal» ahora incluye no solo pagar impuestos, sino también mantener una comunicación financiera «limpia» para no levantar sospechas.
Guía práctica para evitar problemas con el SAT en 2025
Para navegar estas reglas sin contratiempos, se recomienda seguir estos pasos prácticos:
- Distingue efectivo de transferencia: Recuerda que la regla de los 15,000 pesos se enfoca en depósitos en efectivo. Las transferencias electrónicas, traspasos entre cuentas propias o pagos con cheque no están sujetos a este informe específico.
- Guarda tus comprobantes: Para cualquier ingreso significativo que no sea parte de tu sueldo, como un préstamo personal o ganancias de ventas, guarda los recibos o documentos que respalden la transacción.
- Sé profesional en tus conceptos: Utiliza descripciones claras, neutras y verídicas en tus transferencias. Evita bromas o términos ambiguos que puedan ser malinterpretados por los algoritmos del SAT.
- Consulta tu estado fiscal: Es una buena práctica revisar periódicamente tu situación fiscal a través del portal oficial del SAT para asegurarte de que no haya discrepancias o avisos pendientes.


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