El Producto Interno Bruto (PIB) del país retrocedió 0.3% respecto al trimestre anterior, por debajo del crecimiento de 0.6% registrado previamente y ligeramente mejor a la estimación de -0.4% proyectada por economistas.
En comparación anual, el PIB cayó 0.2%, mostrando signos de debilitamiento frente a la incertidumbre comercial y la baja inversión.
El principal factor de esta caída fue el retroceso de 2.9% en el sector industrial, que abarca minería, construcción y manufactura.
A pesar de esto, los sectores agrícola, ganadero y pesquero crecieron 3.6% durante el trimestre. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, señaló que “prácticamente todo se está contrayendo: consumo débil, inversión muy débil y gasto público reducido”, advirtiendo sobre un posible estancamiento económico prolongado.
Banxico y el panorama económico
El Banco de México (Banxico) redujo su tasa de interés a 7.50% en septiembre, abriendo la posibilidad de nuevos ajustes para contrarrestar la desaceleración. Las autoridades enfatizan que la incertidumbre comercial con Estados Unidos sigue siendo un riesgo a la baja para el crecimiento económico.
El “Plan México” de Claudia Sheinbaum, diseñado para atraer inversión y estimular la economía mediante centros de desarrollo local e incentivos fiscales, no ha logrado cumplir las expectativas de inversión extranjera debido a la volatilidad en los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Sin embargo, las exportaciones mexicanas crecieron cerca de 14% en septiembre respecto al año anterior, principalmente hacia compradores estadounidenses, lo que ofrece cierto alivio a la economía.
Analistas prevén que, si no ocurre una recesión formal, México podría enfrentar un estancamiento económico que se prolongaría hasta finales de 2025, con un crecimiento esperado de apenas 0.5%.
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