Durante años, Pemex cargó con el peso de una deuda que parecía insostenible. Los titulares hablaban de pasivos históricos y de la presión sobre las finanzas públicas. Sin embargo, un plan estratégico de 10 años (2025-2035) y una audaz recompra de deuda por 12 mil millones de dólares empiezan a dar señales de un cambio de rumbo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que estas medidas redujeron el costo del financiamiento tanto para la empresa productiva del Estado como para el gobierno federal. Y es que, en los mercados internacionales, la confianza se gana con hechos.
Los números detrás del alivio financiero
Entre el 21 de julio y el 13 de septiembre, la tasa de interés de los bonos a 10 años de Pemex bajó 2.22 puntos porcentuales, mientras que los del gobierno federal lo hicieron en 0.50 puntos.
Esto ocurrió tras el anuncio del plan estratégico y la recompra millonaria, un movimiento que no solo alivió pasivos inmediatos, sino que también envió un mensaje claro: Pemex está dispuesto a transformarse.
La operación cerró con la recompra de 12 mil millones de dólares, de los cuales casi 10 mil millones correspondieron a vencimientos programados entre 2026 y 2029.
Inversión internacional: confianza renovada en Pemex
El gobierno no se quedó ahí. Tras la recompra, se emitieron 13 mil 800 millones de dólares en nueva deuda, repartidos en bonos en euros y dólares.
Lo más relevante fue la respuesta del mercado:
- 573 inversionistas internacionales participaron.
- La demanda fue de 50 mil 640 millones de dólares, 3.65 veces más que lo colocado.
Un interés que refleja la confianza en la política fiscal y financiera de México, respaldada además por ocho agencias calificadoras.
Pemex 2025-2035: más allá de la deuda
El Plan Estratégico de Pemex 2025-2035 no solo busca suavizar el perfil de vencimientos. También persigue la estabilidad operativa de la petrolera, clave en la transición energética y en el papel que juega para las finanzas públicas de México.
La SHCP adelantó que el gobierno realizará una aportación de capital equivalente a lo colocado en los mercados internacionales, reforzando aún más la liquidez de la empresa.
Una historia que cambia el futuro
El relato de Pemex empieza a transformarse: de ser visto como un lastre financiero a convertirse en una empresa que logra generar confianza global. El reto será mantener la disciplina, cumplir con los objetivos de su plan 2025-2035 y mostrar resultados en transparencia y eficiencia.
En el horizonte, no solo se juega el futuro de una petrolera, sino también la credibilidad de la política económica mexicana.


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