Después de dos meses con leves señales de recuperación, la confianza del consumidor en México volvió a caer en septiembre de 2025.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) descendió a 46.5 puntos, una baja de 0.2 unidades frente a agosto. Aunque el número parece pequeño, encierra un mensaje claro: los hogares mexicanos perciben el presente y el futuro económico con mayor incertidumbre.
El bolsillo y el ánimo de los hogares bajo presión
El estudio, realizado junto con el Banco de México (Banxico), mostró que los consumidores están más cautelosos a la hora de comprar.
El componente más afectado fue el que mide las expectativas sobre el futuro económico del país, que cayó 0.5 puntos mensuales, mientras que las posibilidades actuales de compra bajaron 0.8 puntos.
Electrodomésticos, muebles y bienes duraderos dejaron de ser prioridad en los hogares.
“Antes pensábamos en cambiar la lavadora o el refrigerador, ahora preferimos guardar ese dinero”, relató Lucía Hernández, madre de dos hijos en la alcaldía Iztapalapa.
Su testimonio refleja lo que muestran los números: una percepción más frágil sobre la estabilidad económica.
Nueve meses de caídas anuales: el pesimismo persiste
El ICC acumula nueve meses consecutivos de descensos anuales. En comparación con septiembre de 2024, el indicador retrocedió 0.5 puntos.
El componente con la mayor caída fue la situación económica actual del país, que perdió 3.2 puntos, seguido de la situación futura, con una baja de 2.5 puntos.
Los consumidores también se mostraron menos optimistas respecto al empleo, con un retroceso de 0.19 puntos, y la posibilidad de ahorro, que descendió ligeramente.
El sentimiento general: “no es momento para gastar ni invertir”.
Entre el ahorro forzado y la cautela: el nuevo consumo mexicano
Los datos del Inegi y Banxico reflejan un cambio profundo en el comportamiento de los hogares.
El mexicano promedio se ha vuelto más cauto, racional y selectivo con sus gastos.
Se priorizan productos esenciales, se postergan compras grandes y se reduce la planificación de vacaciones o remodelaciones, ambos rubros con caídas superiores a 1.5 puntos.
Aun así, hay señales mixtas: la situación económica del hogar presente mostró un ligero avance de 0.2 puntos, lo que indica que algunos sectores mantienen estabilidad.
Lo que viene: esperanza cautelosa en un entorno incierto
El descenso en la confianza del consumidor podría anticipar una desaceleración en el consumo interno, clave para el crecimiento del país.
Sin embargo, los analistas apuntan que si la inflación continúa bajando y el empleo se mantiene estable, la confianza podría repuntar hacia fin de año.
En palabras de un especialista del Inegi:
“La confianza del consumidor no solo mide economía, sino estado de ánimo. Y hoy el ánimo nacional es de prudencia, no de gasto.”


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